domingo, 24 de noviembre de 2024

Junio, el primer déficit comercial desde 2018

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Con importaciones que volvieron a crecer muy por encima de las exportaciones -casi 25 p.p.- el saldo comercial resultó deficitario por primera vez desde agosto 2018 -excluyendo la excepción de diciembre de 2020.

En detalle, el déficit comercial de junio alcanzó los US$ 115 millones, cuando en igual mes del año pasado había resultado superavitario en US$ 1.101 millones.

Las importaciones crecieron en junio 44,6% i.a. (como consecuencia de la suba de 26,4% en precios y 14,6% en cantidades) y marcaron otro récord histórico al alcanzar los US$ 8.547 millones.

Si bien todos los rubros de importación mostraron variaciones positivas en términos anuales, se destaca el aumento de las importaciones energéticas. En números, los valores importados de Combustibles y lubricantes aumentaron 156,6% i.a. (+118,9% los precios y +19,6% las cantidades).

Aun excluyendo esta categoría -que representó el 23% del total importado-, el resto de las compras al exterior en valor mostraron una suba significativa del 29% anual, detalla el informe de la consultora ABECEB.

Nótese que salvo los rubros Combustibles y Bienes intermedios -cuyo valor importado subió más por precio que por cantidades -, el resto de los rubros creció traccionado principalmente por el aumento de los volúmenes importados. De hecho, las cantidades importadas de Vehículos automotores de pasajeros mostraron una suba interanual del 39,3% en cantidades; Bienes de capital de 26,1% ia, Piezas y accesorios para bienes de capital del 22,9%, y Bienes de consumo del 12,7%.

Solo la categoría de Bienes intermedios mostró casi un nulo crecimiento en cantidades (+0,5% ia). Considerando que por cada punto que sube el PBI, los volúmenes importados suelen reaccionar aumentando en algo más de 3 puntos, la dinámica importadora actual parece estar por encima de lo que demanda el ritmo de expansión de la actividad económica. Esta situación parece entonces estar reflejando el efecto adicional de los incentivos a importar todo lo que se pueda a un tipo de cambio oficial percibido como “barato” en un contexto en que la brecha cambiaria ya superó el 100%.

Por el lado de las exportaciones, alcanzaron los US$ 8.432 millones en junio mostrando una suba en valor del 20,3% traccionada exclusivamente por el aumento de precios (+20,7% i.a.), ya que las cantidades se redujeron en un 0,4% i.a. -algo que ya había sucedido en mayo-.

Al interior, el ejemplo más claro es el de Productos primarios, que tuvieron una importante contracción de 12,3% i.a. en los volúmenes exportados, mientras que sus precios aumentaron un 15,4% i.a. y les permitieron crecer 1,4% en valores. Por otra parte, las ventas externas de Combustibles y energía subieron 92,8% i.a. -con precios aumentando un 69,7% i.a.-, las Manufacturas de origen agropecuario 25,9% i.a., y las Manufacturas de origen industrial 17,8%.

Con todo, en el primer semestre cerró con exportaciones totalizando US$ 44.377 millones e importaciones por US$ 41.284 millones, con lo que el superávit comercial fue de USS 3.100 millones registrando una contracción de 54% respecto de igual lapso del año previo.

Perspectivas

Hacia adelante habrá que seguir de cerca la evolución de los términos de intercambio, que beneficiaron notablemente al país durante el primer trimestre pero comenzaron a deteriorarse desde abril. De hecho, esto se vio claramente en junio: los precios de importación crecieron por encima de los precios de exportación (26,4% vs +20,7% ia), con lo cual, de haber prevalecido los precios del mismo mes del año pasado, el saldo comercial de junio hubiera sido superavitario en US$ 224 millones en lugar de verificarse este déficit de US$ 115 millones.

En este sentido, será fundamental el accionar de la FED, ya que la suba de tasas suele correlacionar con una disminución en los precios de los commodities primarios lo cual sin dudas impactaría negativamente en el saldo comercial y en la oferta neta de divisas del mercado cambiario. De hecho, esto ya comenzó a manifestarse: a modo de ejemplo, la soja cayó 17% desde su pico a comienzos de junio y pasó de US$ 650 por tonelada a US$ 541.

Menores precios de exportación podrían augurar la necesidad de endurecer aún más las restricciones cambiarias en un contexto en que el las autoridades se vienen resistiendo a cambiar de modo significativo su estrategia cambiaria de devaluar por debajo de la inflación.

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