A cuatro años que la promesa de Donald Trump de elevar a los estadounidenses olvidados su hija interfiere con ese guión. Comenta Edward Luce en el Financial Times: “Ivanka parece no entender que el gobierno de su papá tiene la culpa de que estén desempleados”. Tampoco lo hace el resto de la administración.
En abril, en Estados Unidos se perdieron 20,5 millones de empleos. Eso no significó, dice Luce, que de pronto 20 millones de trabajadores perdieron sus habilidades. Significó que la economía norteamericana fue puesta en cuarentena. Lo de la hija del presidente es el ejemplo perfecto de desconexión con la realidad.
Y continúa Luce con su razonamiento: “ Ella no es demasiado diferente de muchos adinerados que confunden su herencia con el derechos de sermonear a los menos afortunados. Lo que diferencia a Ivanka no es su mal-interpretación del mercado laboral sino el hecho de que tanto ella como su marido, Jared Kushner, son los asesores más cercanos al presidente.