Israel: primeros datos dan ganador a Sharon

Gana por 19 puntos, según la primera encuesta en boca de urna. En los colegios electorales hubo pocos incidentes, pero en Cisjordania y en Gaza se registraron enfrentamientos con decenas de heridos.

6 febrero, 2001

El candidato derechista a primer ministro de Israel, Ariel Sharon, ganó las elecciones por 19 puntos de diferencia frente al laborista Ehud Barak, según la primera encuesta efectuada en boca de urna y cuyos resultados fueron difundidos por la televisión.

Los cerca de 8.000 colegios electorales israelíes fueron cerrados a las 22, hora local (17, hora argentina).

Una hora antes, la participación era de 2,6 millones de personas, 60% de los israelíes con derecho a voto, una asistencia menor en 10 puntos a la anterior cita electoral de mayo de 1999.

Los repetidos llamamientos de Barak y otros dirigentes laboristas a los árabes-israelíes para que acudieran a votar no surtieron efecto, mientras el candidato laborista necesitaba desesperadamente una asistencia masiva del medio millón de votantes árabes para que fuese posible el “milagro” de su victoria.

Al acudir a depositar su papeleta a primeras horas de la mañana, el candidato laborista apeló a votar en contra del extremismo y a favor de la paz.

Sharon dijo, en cambio, que había que votar por él para preservar la ciudad santa de Jerusalén unida y como capital eterna de Israel.

La jornada electoral israelí transcurría en una calma casi total, sólo rota por incidentes menores, pero bajo la sombra de la Intifada palestina, activa a pocos kilómetros de las principales ciudades israelíes.

Palestinos de Cisjordania y Gaza mantuvieron enfrentamientos en numerosos puntos con soldados israelíes en los territorios ocupados, donde se registraron varias decenas de heridos.

Las manifestaciones palestinas respondían a una convocatoria de diversas organizaciones palestinas para convertir el día de las elecciones en Israel en una “jornada de la ira”, en contra de los dos candidatos, Barak y Sharon.

Los peores enfrentamientos se registraron en la ciudad cisjordana autónoma de Ramala, donde manifestantes tiraron piedras a los soldados israelíes del puesto de control a la salida.

Los territorios palestinos están sometidos desde anoche a un bloqueo total por parte de Israel y a estrictas medidas de control, para evitar que los palestinos entren en territorio israelí y permitir que los cerca de 200.000 colonos judíos voten en sus asentamientos.

También en Hebrón resultaron heridos cinco palestinos en enfrentamientos con soldados israelíes, que emplearon balas de acero recubiertas de goma contra los manifestantes.

Aunque los palestinos consideran que cualquiera de los dos candidatos a primer ministro continuarán la ocupación y la represión contra su pueblo, se muestran muy escépticos respecto a la posibilidad de negociar un tratado definitivo de paz con el Sharon.

No obstante, destacados dirigentes de la ANP reiteraron que estarán dispuestos a seguir negociando la paz, aunque sea con el “halcón” del Likud.

En los colegios electorales de Israel se registraron pocos incidentes y sólo en el barrio ultrarreligioso de Mea Shearim, en Jerusalén; en la ciudad árabe-israelí de Taibe, en la Galilea, y en la localidad drusa de Daliat el-Carmel, también en el norte de Israel, algunos grupos de personas trataron de evitar por medios violentos que los votantes acudieron a las urnas.

El candidato derechista a primer ministro de Israel, Ariel Sharon, ganó las elecciones por 19 puntos de diferencia frente al laborista Ehud Barak, según la primera encuesta efectuada en boca de urna y cuyos resultados fueron difundidos por la televisión.

Los cerca de 8.000 colegios electorales israelíes fueron cerrados a las 22, hora local (17, hora argentina).

Una hora antes, la participación era de 2,6 millones de personas, 60% de los israelíes con derecho a voto, una asistencia menor en 10 puntos a la anterior cita electoral de mayo de 1999.

Los repetidos llamamientos de Barak y otros dirigentes laboristas a los árabes-israelíes para que acudieran a votar no surtieron efecto, mientras el candidato laborista necesitaba desesperadamente una asistencia masiva del medio millón de votantes árabes para que fuese posible el “milagro” de su victoria.

Al acudir a depositar su papeleta a primeras horas de la mañana, el candidato laborista apeló a votar en contra del extremismo y a favor de la paz.

Sharon dijo, en cambio, que había que votar por él para preservar la ciudad santa de Jerusalén unida y como capital eterna de Israel.

La jornada electoral israelí transcurría en una calma casi total, sólo rota por incidentes menores, pero bajo la sombra de la Intifada palestina, activa a pocos kilómetros de las principales ciudades israelíes.

Palestinos de Cisjordania y Gaza mantuvieron enfrentamientos en numerosos puntos con soldados israelíes en los territorios ocupados, donde se registraron varias decenas de heridos.

Las manifestaciones palestinas respondían a una convocatoria de diversas organizaciones palestinas para convertir el día de las elecciones en Israel en una “jornada de la ira”, en contra de los dos candidatos, Barak y Sharon.

Los peores enfrentamientos se registraron en la ciudad cisjordana autónoma de Ramala, donde manifestantes tiraron piedras a los soldados israelíes del puesto de control a la salida.

Los territorios palestinos están sometidos desde anoche a un bloqueo total por parte de Israel y a estrictas medidas de control, para evitar que los palestinos entren en territorio israelí y permitir que los cerca de 200.000 colonos judíos voten en sus asentamientos.

También en Hebrón resultaron heridos cinco palestinos en enfrentamientos con soldados israelíes, que emplearon balas de acero recubiertas de goma contra los manifestantes.

Aunque los palestinos consideran que cualquiera de los dos candidatos a primer ministro continuarán la ocupación y la represión contra su pueblo, se muestran muy escépticos respecto a la posibilidad de negociar un tratado definitivo de paz con el Sharon.

No obstante, destacados dirigentes de la ANP reiteraron que estarán dispuestos a seguir negociando la paz, aunque sea con el “halcón” del Likud.

En los colegios electorales de Israel se registraron pocos incidentes y sólo en el barrio ultrarreligioso de Mea Shearim, en Jerusalén; en la ciudad árabe-israelí de Taibe, en la Galilea, y en la localidad drusa de Daliat el-Carmel, también en el norte de Israel, algunos grupos de personas trataron de evitar por medios violentos que los votantes acudieron a las urnas.

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