<p>De no mediar trabas de último momento, el presidente de la AIEA –una instancia de inspección y supervisión- podrá remitir a Moscú 1.200 kilos de uranio semibruto para transformarlo en U-238 o plutonio. Mahmud Ahmadineyad se comprometió a dar una respuesta veloz. Al parecer, el nuevo conflicto entre Irán y Pakistán (otra potencia nuclear “en negro”) por el atentado terrorista -del último fin de semana- no ha afectado las negociaciones en Viena.<br />
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Para este fin de semana, se aguardan las respuestas o reacciones iraní, rusa, norteamericana y francesa. Washington, anticipó una postura favorable por vía indirecta, criticando las ambiciones nucleares norcoreanas. “Vamos por la senda correcta”, señalaba entretanto Alí Ashgar Soltanieh, jefe de la delegación persa en las tratativas.<br />
Francia, cuestionada por elementos duros del régimen shiita, también produjo un comunicado optimista.<br />
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El volumen de uranio semienriquecido (a 5%) que se enviará al exterior (1.200 kg) equivale a 75% de las reservas declaradas por Irán. Esta operación piloto abarca 19,8% de esas existencias y el resultado se dedicará a fines pacíficos.</p>
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Irán decidirá si acepta enriquecer uranio afuera
Si se acepta la propuesta de Mohammed el-Baradeí, parte del material se enviará a Rusia mediante la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA). El arreglo ha sido calificado de positivo por Washington, Berlín, Londres y el consejo de seguridad.