Irak: siguen los cuestionamientos a George W.Bush

Por un lado, un militar que antes creía en la misión divina del presidente recomienda iniciar un repliegue parcial a fin de año. Por el otro, según un politicólogo norteamericano, Vietnam demuestra lo contrario de lo supuesto por Bush.

26 agosto, 2007

El general de mayor rango y fiel evangélico, Peter Pace, solicitará en pocos días que casi la mitad de los efectivos norteamericanos deje Irak durante 2008. “Resulta estratégicamente clave reducir la presencia militar, para así poder afrontar otras amenazas. Por ejemplo, Irán”.

Así le revelaron a “Los Ángeles times” allegados al general. Lo que no parece plausible es que, tras adherir a la postura de Robert Gates (secretario de defensa) sobre Irak, Pace saque de la gorra un peligro iraní en el cual muy pocos creen. En realidad, disminuir tropas en la Mesopotamia tiene una meta más inmediata: aumentar efectivos en Afganistán y Pakistán, donde la alianza talibán-Al Qa’eda gana terreno constantemente.

En realidad, el vicepresidente Richard aludía hace poco a un doble peligro: colapso del gobierno encabezado por el shi’í Nurí al-Malikí y empeoramiento de las cosas para Pervez Musharraf, el dictador pakistaní. Como Bush, Cheney ve fantasmas que asocia a Vietnam.

“Las enseñanzas de Saigón son totalmente opuestas a las que imagina la Casa Blanca”, señala Michael Walzer, respetado politicólogo experto en Indochina. Entre ellas, “no ir a la guerra por motivos arbitrarios o sospechosos ni apoyar a regímenes incompetentes y corruptos. Eso hicimos nosotros y habían hecho los franceses en Vietnam y alrededores”.

Ahora, Bush afirma que, si se abandona Irak, pronto esa guerra se librará en territorio estadounidense. “Es una insensatez. Por supuesto, no acaeció en Indochina: una vez que partimos, ellos se dedicaron a recoger los platos rotos. Ahora tenemos muy buenas relaciones con un país de 80 millones que prospera, igual que China, sin comprar recetas occidentales”.

“La estrategia que verdaderamente funcionó en Irak fue la de 1990/1. A diferencia del hijo, Bush padre no desdeñó a Naciones Unidas, no tomó Bagdad ni ejecutó a Saddam Huséin”. En cuanto a Irán, Washington “debiera recordar que armó y apoyó a Bagdad durante su guerra con Tehrán, 1980/8, pese a lo cual los iraquíes perdieron”.

El general de mayor rango y fiel evangélico, Peter Pace, solicitará en pocos días que casi la mitad de los efectivos norteamericanos deje Irak durante 2008. “Resulta estratégicamente clave reducir la presencia militar, para así poder afrontar otras amenazas. Por ejemplo, Irán”.

Así le revelaron a “Los Ángeles times” allegados al general. Lo que no parece plausible es que, tras adherir a la postura de Robert Gates (secretario de defensa) sobre Irak, Pace saque de la gorra un peligro iraní en el cual muy pocos creen. En realidad, disminuir tropas en la Mesopotamia tiene una meta más inmediata: aumentar efectivos en Afganistán y Pakistán, donde la alianza talibán-Al Qa’eda gana terreno constantemente.

En realidad, el vicepresidente Richard aludía hace poco a un doble peligro: colapso del gobierno encabezado por el shi’í Nurí al-Malikí y empeoramiento de las cosas para Pervez Musharraf, el dictador pakistaní. Como Bush, Cheney ve fantasmas que asocia a Vietnam.

“Las enseñanzas de Saigón son totalmente opuestas a las que imagina la Casa Blanca”, señala Michael Walzer, respetado politicólogo experto en Indochina. Entre ellas, “no ir a la guerra por motivos arbitrarios o sospechosos ni apoyar a regímenes incompetentes y corruptos. Eso hicimos nosotros y habían hecho los franceses en Vietnam y alrededores”.

Ahora, Bush afirma que, si se abandona Irak, pronto esa guerra se librará en territorio estadounidense. “Es una insensatez. Por supuesto, no acaeció en Indochina: una vez que partimos, ellos se dedicaron a recoger los platos rotos. Ahora tenemos muy buenas relaciones con un país de 80 millones que prospera, igual que China, sin comprar recetas occidentales”.

“La estrategia que verdaderamente funcionó en Irak fue la de 1990/1. A diferencia del hijo, Bush padre no desdeñó a Naciones Unidas, no tomó Bagdad ni ejecutó a Saddam Huséin”. En cuanto a Irán, Washington “debiera recordar que armó y apoyó a Bagdad durante su guerra con Tehrán, 1980/8, pese a lo cual los iraquíes perdieron”.

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