Irak obra en favor de Kerry, pero hay más riesgos de fraude

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Tras dos sondeos poco fiables, posteriores al debate John Edwards-Richard Cheney, las encuestas se inclinan nuevamente por John F.Kerry. Más por errores del gobierno que por esfuerzos del candidato opositor. Pero crece el peligro de fraudes.

Horas antes del segundo debate –en St.Louis, con preguntas de un público seleccionado-, los sondeos tornan a favorecer a Kerry. En particular, dos muestras de características más complejas, centradas en estados cuyo régimen electoral los hace claves para ganar o perder.

Un relevo de Zogby International para el “Wall Street Journal”, en efecto, indica que –faltando cuatro semanas para los comicios-, el demócrata “recobra” Utah y Nevada, en tanto empata en Ohio. “Si se votase hoy (por el jueves), Kerry obtendría 322 “grandes electores” contra 216 de George W.Bush”, señala el informe de la consultora. Ello equivale a casi 60% para el opositor y ayudó a detener una burbuja especulativa en Wall Street.

Para alcanzar la presidencia, se precisan 270 votos. La nueva relación preocupa a la Casa Blanca porque, hace apenas cinco días, Bush proyectaba 308 votos colegiados (52,7% del total). Otro sondeo mantiene el empate técnico: 208 votos a Kerry, 208 a Bush. “Estas elecciones son las más volátiles e inciertas desde 1947”, estima Cook, la encargada de esta encuesta.

Tantas oscilaciones de deben al aumento de indecisos en once estados, o sea un total de cien votos colegiados. Especialmente en Pennsilvania, Iowa, Wisconsin, Minnesota, Florida –escenario de “fraude blanco” armado por el gobernador Jeb Bush en 2000- y un gigante, California. “La serie de errores y mentiras asociadas a Irak, más la conducta nada clara de Cheney y el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, deterioran las posibilidades de la fórmula oficialista”, comenta Andrew Kohout, director del centro de investigaciones Pew.

Ahora, entretanto, se perfila otros problemas. John Ashcroft, un fundamentalista religioso que es secretario de Justicia, ha propuesto destacar policías y guardias nacionales en los comicios. Su objeto real es claro: alejar a minorías (negros, hispanos) de las urnas. Esta maniobra ha sido puesta en evidencia por “USA Today”. Otro riesgo es la votación electrónica, proclive a maniobras como la de Florida. Igual sucede con el voto por correo, que representa hasta un cuarto del total en estados rurales.

Finalmente, un inexplicable anacronismo del sistema, que permite a gobiernos locales excluir de los comicios a militantes declarados del partido opositor. Esto es perceptible en Tejas y vecinos. De paso, este “agujero” explica la mala calidad de los senadores que representan los estados de la ex Confederación y parte del centro oeste. Los cuatro factores enumerado adquieren relevancia porque, al margen del propio Bush, el gobierno y el senado están llenos de gente que se juega todo este año y hará lo imposible para ganar. Su líder es Cheneym eminencia gris del gobierno.

Horas antes del segundo debate –en St.Louis, con preguntas de un público seleccionado-, los sondeos tornan a favorecer a Kerry. En particular, dos muestras de características más complejas, centradas en estados cuyo régimen electoral los hace claves para ganar o perder.

Un relevo de Zogby International para el “Wall Street Journal”, en efecto, indica que –faltando cuatro semanas para los comicios-, el demócrata “recobra” Utah y Nevada, en tanto empata en Ohio. “Si se votase hoy (por el jueves), Kerry obtendría 322 “grandes electores” contra 216 de George W.Bush”, señala el informe de la consultora. Ello equivale a casi 60% para el opositor y ayudó a detener una burbuja especulativa en Wall Street.

Para alcanzar la presidencia, se precisan 270 votos. La nueva relación preocupa a la Casa Blanca porque, hace apenas cinco días, Bush proyectaba 308 votos colegiados (52,7% del total). Otro sondeo mantiene el empate técnico: 208 votos a Kerry, 208 a Bush. “Estas elecciones son las más volátiles e inciertas desde 1947”, estima Cook, la encargada de esta encuesta.

Tantas oscilaciones de deben al aumento de indecisos en once estados, o sea un total de cien votos colegiados. Especialmente en Pennsilvania, Iowa, Wisconsin, Minnesota, Florida –escenario de “fraude blanco” armado por el gobernador Jeb Bush en 2000- y un gigante, California. “La serie de errores y mentiras asociadas a Irak, más la conducta nada clara de Cheney y el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, deterioran las posibilidades de la fórmula oficialista”, comenta Andrew Kohout, director del centro de investigaciones Pew.

Ahora, entretanto, se perfila otros problemas. John Ashcroft, un fundamentalista religioso que es secretario de Justicia, ha propuesto destacar policías y guardias nacionales en los comicios. Su objeto real es claro: alejar a minorías (negros, hispanos) de las urnas. Esta maniobra ha sido puesta en evidencia por “USA Today”. Otro riesgo es la votación electrónica, proclive a maniobras como la de Florida. Igual sucede con el voto por correo, que representa hasta un cuarto del total en estados rurales.

Finalmente, un inexplicable anacronismo del sistema, que permite a gobiernos locales excluir de los comicios a militantes declarados del partido opositor. Esto es perceptible en Tejas y vecinos. De paso, este “agujero” explica la mala calidad de los senadores que representan los estados de la ex Confederación y parte del centro oeste. Los cuatro factores enumerado adquieren relevancia porque, al margen del propio Bush, el gobierno y el senado están llenos de gente que se juega todo este año y hará lo imposible para ganar. Su líder es Cheneym eminencia gris del gobierno.

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