(DyN) – La misión del FMI se mostró inquieta por la reacción adversa que tuvo en varios sectores el proyecto de reforma laboral presentado por el gobierno, y que cuenta con su apoyo.
Esa preocupación no es aislada, sino que se adiciona a otras inquietudes igualmente importantes para los técnicos del organismo como son el rojo de las cuentas provinciales, y la posibilidad de que el gobierno no pueda cumplir con el anunciado ajuste en los gastos por US$ 1.400 millones.
Para los de la misión, también queda por verse si es factible que la aplicación de la reforma tributaria genere los recursos calculados por Economía, ya que temen que la mayor presión fiscal se traduzca en un esperable retraimiento del consumo. Esos puntos concretos, que apuntan directamente a develar si la Argentina podrá cerrar el 2000 cumpliendo con el déficit fiscal comprometido de US$ 4.500 millones, son las principales diferencias entre los negociadores de Washington y los locales.
Por ese motivo, la misión todavía no definió cuánto tiempo más se quedará en Buenos Aires, ya que su objetivo es volver a los Estados Unidos con una carta de intención del gobierno argentino viable para ser analizada en el directorio del Fondo.
La misión recibió ayer una noticia que le agradó y es que en el gobierno se estaría preparando un proyecto de ley que impulsará la desregulación total del mercado de la salud, lo que implica que puedan competir libremente las obras sociales con las empresas de medicina prepagas. La iniciativa está bastante en pañales, pero suena agradable en los oídos de los inspectores, que en varias oportunidades auspiciaron ese tipo de medidas.
(DyN) – La misión del FMI se mostró inquieta por la reacción adversa que tuvo en varios sectores el proyecto de reforma laboral presentado por el gobierno, y que cuenta con su apoyo.
Esa preocupación no es aislada, sino que se adiciona a otras inquietudes igualmente importantes para los técnicos del organismo como son el rojo de las cuentas provinciales, y la posibilidad de que el gobierno no pueda cumplir con el anunciado ajuste en los gastos por US$ 1.400 millones.
Para los de la misión, también queda por verse si es factible que la aplicación de la reforma tributaria genere los recursos calculados por Economía, ya que temen que la mayor presión fiscal se traduzca en un esperable retraimiento del consumo. Esos puntos concretos, que apuntan directamente a develar si la Argentina podrá cerrar el 2000 cumpliendo con el déficit fiscal comprometido de US$ 4.500 millones, son las principales diferencias entre los negociadores de Washington y los locales.
Por ese motivo, la misión todavía no definió cuánto tiempo más se quedará en Buenos Aires, ya que su objetivo es volver a los Estados Unidos con una carta de intención del gobierno argentino viable para ser analizada en el directorio del Fondo.
La misión recibió ayer una noticia que le agradó y es que en el gobierno se estaría preparando un proyecto de ley que impulsará la desregulación total del mercado de la salud, lo que implica que puedan competir libremente las obras sociales con las empresas de medicina prepagas. La iniciativa está bastante en pañales, pero suena agradable en los oídos de los inspectores, que en varias oportunidades auspiciaron ese tipo de medidas.