Las ofertas para lograr un contrato para construir Bhadla, un inmenso parque solar en el norte de la India fueron notables por una serie de razones. En primer lugar, participaron más de 20 desarrolladores. El remate, que tuvo lugar en mayo, duró 30 horas y el resultado dejó a todos con la boca abierta.
La oferta ganadora fue una de las más bajas que se han visto hasta ahora. Las empresas ganadoras — Acme Solar (desarrolladora india) y SGB Cleantech (una joint venture entre cuyos accionistas figura el SoftBank de Japón — dijeron que construirán el proyecto por un precio garantizado de apenas US$ 0,04 por cada unidad de electricidad que vendan.
En Medio Oriente y Sudamérica se consiguieron precios más bajos todavía pero el resultado confirmó que India se sitúa en el centro de una revolución global de energías renovables que está bajando el costo del la energía verde y que representa una de las amenazas más serias a los combustibles fósiles.
Para muchos en el sector energético indio el remate de Bhadla confirma que el país está atravesando un cambio generacional de la energía carbonífera a la energía solar y eólica. Como India es ya el tercer emisor de carbono y proyecta electrificar en dos años hasta sus pueblitos más remotos, la rápida expansión del sector renovables daría un gran empujón a los intentos de mantener la suba de la temperatura del planeta por debajo de los 2 grados.
Este cambio lo están advirtiendo los grandes inversores internacionales, que ya piensan en India para sus grandes proyectos de infraestructura verde.