La última transformación económica de la India – su apertura a principios dd los 90 que siguió a una crisis en la balanza de pagos – fue alguna vez considerada el comienzo de un boom económico que duraría varias generaciones.
Pero desde la crisis financiera, y durante la administración del primer ministro Narendra Modi, se produjo una segunda transformación. Esta vio reducirse el crecimiento del PBI a un nivel que ya es preocupante.
Y esa no es la única nube negra en el horizonte, dice Martin Wolf en su columna del Financial Times. El tambaleo del crecimiento coincide con un giro anti-liberal en la política india. Peor aun, la respuesta del gobierno parece ser ignorar el problema.
En público, el disenso es aplastado brutalmente, sea de los que abiertamente discrepan con el partido gobernante, quienes son calificados de traidores, o incluso de quienes protestan que son acusados de sedición. Está claro, dice Martin, que la transformación de India en otra democracia anti-liberal fue proyectada hace muchos años.