Incertidumbre por el futuro

La semana mostró buenos y malos indicadores con respecto al futuro socio económico del país. Sintetizamos, aquí, los principales datos alarmantes.

22 julio, 2000

El índice de desocupación dado a conocer por el INDEC, mostró un desempleo en alza. Sobre 14 millones de personas capacitadas para trabajar, sólo cinco tienen un puesto con horario completo. Que 15,4% de la población se encuentre desocupada ha generado cierto clima de preocupación.

En relación a la capacidad de proyectar un panorama socio económico basados en esta cifra, es necesario señalar que el índice de desocupación es un indicador “retroactivo” ; se elabora semestralmente y, en este caso, marca los niveles de desempleo registrados en la primer mitad del año. Lo cierto, es que desde octubre pasado, unas 160 mil personas perdieron su empleo.

Otros datos a tener en cuenta para analizar la realidad del mercado laboral, son los siguientes:
· La tasa de desempleo se ve influida por la gente que busca trabajo.

· En las estadísticas se incluye la categoría de subocupados (aquellos que trabajan entre una y 35 horas semanales).

· Hay una cantidad, que no está fehacientemente estimada, de disocupados (quienes se desempeñan en una actividad que no guarda relación con su oficio o profesión).

Algunos sindicalistas han manifestado que habría unas 150 mil personas que han desistido en la búsqueda de empleo.

El índice de desocupación más bajo ,desde que se instaló la convertibilidad, se registró en el segundo semestre de 1991 y el más alto fue en mayo de 1995 (18,4%).

Las zonas más afectadas por la desocupación son Concordia (22%) y Tucumán (19%). Río Gallegos tiene sólo 1,9% de su población sin inserción laboral. Un caso, tal vez sorprendente, es el de Mar del Plata; a pesar de los conflictos suscitados en el sector pesquero, la desocupación bajó de 18,2% a 14,6%.

En el ámbito empresarial, el informe mensual de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL), mostró cierto pesimismo en la ánimo de los empresarios de las principales compañías del país. Gran parte de los encuestados aseguraron que sus niveles de stock aumentaron, debido a una merma en la demanda, y que la capacidad instalada utilizada en el proceso productivo cayó por tercer mes consecutivo. Como dato positivo, puede señalarse que 23% de los consultados espera que su situación mejore en el corto plazo y sólo 1% supone que empeorará. Además, 22% de los empresarios prevé que se registrará, en los próximos meses, un aumento en las exportaciones.

El índice de desocupación dado a conocer por el INDEC, mostró un desempleo en alza. Sobre 14 millones de personas capacitadas para trabajar, sólo cinco tienen un puesto con horario completo. Que 15,4% de la población se encuentre desocupada ha generado cierto clima de preocupación.

En relación a la capacidad de proyectar un panorama socio económico basados en esta cifra, es necesario señalar que el índice de desocupación es un indicador “retroactivo” ; se elabora semestralmente y, en este caso, marca los niveles de desempleo registrados en la primer mitad del año. Lo cierto, es que desde octubre pasado, unas 160 mil personas perdieron su empleo.

Otros datos a tener en cuenta para analizar la realidad del mercado laboral, son los siguientes:
· La tasa de desempleo se ve influida por la gente que busca trabajo.

· En las estadísticas se incluye la categoría de subocupados (aquellos que trabajan entre una y 35 horas semanales).

· Hay una cantidad, que no está fehacientemente estimada, de disocupados (quienes se desempeñan en una actividad que no guarda relación con su oficio o profesión).

Algunos sindicalistas han manifestado que habría unas 150 mil personas que han desistido en la búsqueda de empleo.

El índice de desocupación más bajo ,desde que se instaló la convertibilidad, se registró en el segundo semestre de 1991 y el más alto fue en mayo de 1995 (18,4%).

Las zonas más afectadas por la desocupación son Concordia (22%) y Tucumán (19%). Río Gallegos tiene sólo 1,9% de su población sin inserción laboral. Un caso, tal vez sorprendente, es el de Mar del Plata; a pesar de los conflictos suscitados en el sector pesquero, la desocupación bajó de 18,2% a 14,6%.

En el ámbito empresarial, el informe mensual de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL), mostró cierto pesimismo en la ánimo de los empresarios de las principales compañías del país. Gran parte de los encuestados aseguraron que sus niveles de stock aumentaron, debido a una merma en la demanda, y que la capacidad instalada utilizada en el proceso productivo cayó por tercer mes consecutivo. Como dato positivo, puede señalarse que 23% de los consultados espera que su situación mejore en el corto plazo y sólo 1% supone que empeorará. Además, 22% de los empresarios prevé que se registrará, en los próximos meses, un aumento en las exportaciones.

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