De acuerdo a informaciones correspondientes a la primera quincena del mes de febrero, es posible proyectar un incremento de 1,30% del promedio mensual de colocaciones privadas ; esto significa un aumento de $ 990 millones en relación al promedio de enero pasado.
De tal forma, el stock de depósitos privados ya supera los $ 77.000 millones, un nivel que no registraba desde 1999.
Este incremento en los depósitos es interpretado por los economistas como la muestra de confianza que los ahorristas ponen tanto en el sistema financiero como en el tipo de cambio.
Este comportamiento de los depósitos privados—afirman— no deja de ser una señal positiva, sobre todo por el factor estacional y el momento político.
A pesar de estos buenos indicadores, se plantea un dilema en el sistema financiero; de continuar el crecimiento de los depósitos, con un nivel de consumo estable y una demanda crediticia todavía en retroceso, se generará una situación de elevada liquidez para los bancos.
Esto tendrá como correlato una mayor presión sobre las tasas de interés pasivas (para los ahorristas) y también debería acentuarse sobre las tasas activas (para préstamos).
De acuerdo a informaciones correspondientes a la primera quincena del mes de febrero, es posible proyectar un incremento de 1,30% del promedio mensual de colocaciones privadas ; esto significa un aumento de $ 990 millones en relación al promedio de enero pasado.
De tal forma, el stock de depósitos privados ya supera los $ 77.000 millones, un nivel que no registraba desde 1999.
Este incremento en los depósitos es interpretado por los economistas como la muestra de confianza que los ahorristas ponen tanto en el sistema financiero como en el tipo de cambio.
Este comportamiento de los depósitos privados—afirman— no deja de ser una señal positiva, sobre todo por el factor estacional y el momento político.
A pesar de estos buenos indicadores, se plantea un dilema en el sistema financiero; de continuar el crecimiento de los depósitos, con un nivel de consumo estable y una demanda crediticia todavía en retroceso, se generará una situación de elevada liquidez para los bancos.
Esto tendrá como correlato una mayor presión sobre las tasas de interés pasivas (para los ahorristas) y también debería acentuarse sobre las tasas activas (para préstamos).