Iade: Cavallo no cambiará el modelo

La crisis que llevó al gobierno de De la Rúa a cambiar tantas veces su fila de funcionarios no se resolverá con la llegada del nuevo ministro de Economía, según el Instituto Argentino para el Desarrollo Económico.

22 marzo, 2001

Para el Iade, el amplio repudio social pudo más que los aplausos del establishment económico y López Murphy y su equipo se vino al suelo; pero la designación de Domingo Cavallo como nuevo y aparentemente súper ministro de Economía significa un cambio de rostros y posiblemente de estilos personales, aunque esto no significa sin embargo un cambio de estrategias ni, mucho menos, de modelo.

Según el Instituto, el objetivo es el mismo que el de López Murphy y el del establishment: oxigenar un modelo económico –del cual Cavallo es uno de sus mentores– que ya no da más.

Según señaló el Iade en un comunicado, la insistencia de Cavallo en obtener delegación de facultades que son propias del Poder Legislativo llama la atención sobre el autoritarismo que se cierne sobre la Nación y, en particular, sobre sus sectores populares y sus muy golpeadas clases medias.

Es por eso que el Iade “reclama de los legisladores nacionales el ejercicio pleno y responsable de las facultades que la Nación les concedió, y rechacen la solicitud de una delegación de poderes que sólo abrirá las puertas a más empobrecimiento, más vulnerabilidad y más malestar social”.

“Como introductor del esquema de convertibilidad –dice el Iade– Domingo Cavallo recogió incuestionable éxito en detener la hiperinflación y alcanzar una estabilidad monetaria que se mantiene hasta hoy. Es un mérito imposible de cuestionar. El costo de ese éxito fue enorme para el sector productivo y para grandes sectores de la población: crecimiento vertical del desempleo, desindustrialización, creciente vulnerabilidad externa, inseguridad social, aumento de la delincuencia. El crecimiento económico del periodo 1991-1994 fue acompañado de una extraordinaria concentración de las rentas, los activos y el bienestar”.

Asimismo, según el Instituto, la hiperinflación no es hoy el enemigo a atacar, sino el desempleo, la recesión y el desmantelamiento del sector productivo.

Las medidas anunciadas Cavallo significarán el abandono de cualquier esfuerzo serio de fortalecer el Mercosur y de buscar una alternativa menos nefasta al objetivo del gobierno de Estados Unidos de creación del Alca; y esto contribuirá a “destruir la Nación”, según señala el Iade.

Para el Iade, el amplio repudio social pudo más que los aplausos del establishment económico y López Murphy y su equipo se vino al suelo; pero la designación de Domingo Cavallo como nuevo y aparentemente súper ministro de Economía significa un cambio de rostros y posiblemente de estilos personales, aunque esto no significa sin embargo un cambio de estrategias ni, mucho menos, de modelo.

Según el Instituto, el objetivo es el mismo que el de López Murphy y el del establishment: oxigenar un modelo económico –del cual Cavallo es uno de sus mentores– que ya no da más.

Según señaló el Iade en un comunicado, la insistencia de Cavallo en obtener delegación de facultades que son propias del Poder Legislativo llama la atención sobre el autoritarismo que se cierne sobre la Nación y, en particular, sobre sus sectores populares y sus muy golpeadas clases medias.

Es por eso que el Iade “reclama de los legisladores nacionales el ejercicio pleno y responsable de las facultades que la Nación les concedió, y rechacen la solicitud de una delegación de poderes que sólo abrirá las puertas a más empobrecimiento, más vulnerabilidad y más malestar social”.

“Como introductor del esquema de convertibilidad –dice el Iade– Domingo Cavallo recogió incuestionable éxito en detener la hiperinflación y alcanzar una estabilidad monetaria que se mantiene hasta hoy. Es un mérito imposible de cuestionar. El costo de ese éxito fue enorme para el sector productivo y para grandes sectores de la población: crecimiento vertical del desempleo, desindustrialización, creciente vulnerabilidad externa, inseguridad social, aumento de la delincuencia. El crecimiento económico del periodo 1991-1994 fue acompañado de una extraordinaria concentración de las rentas, los activos y el bienestar”.

Asimismo, según el Instituto, la hiperinflación no es hoy el enemigo a atacar, sino el desempleo, la recesión y el desmantelamiento del sector productivo.

Las medidas anunciadas Cavallo significarán el abandono de cualquier esfuerzo serio de fortalecer el Mercosur y de buscar una alternativa menos nefasta al objetivo del gobierno de Estados Unidos de creación del Alca; y esto contribuirá a “destruir la Nación”, según señala el Iade.

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