En la noche de ayer el Presidente Obama dio su sexto discurso llamado “State of the Union” ante un Congreso ahora controlado por sus opositores republicanos. Su alocucións incluyó posibles áreas de cooperación y una amenaza de usar su poder de veto.
Además de declarar el fin de la crisis económica se comprometió a adoptar políticas económicas que beneficien a todos los norteamericanos. Mencionó propuestas iompositivas que van a favorecer a las familias de clase media, reclamó un nuevo enfoque hacia la inmigración y un impulso a la educación gratuita en colegios comunitarios.
“¿Aceptaremos una economía en la que sólo a unos pocos les va espectacularmente bien?¿O nos comprometeremos a una economía que genere mejores salarios y mejores oportunidades para todos los que se esfuerzan?”
Insistió varias veces en el concepto de “economía de clase media” e invocó la historia de su propia familia que luchó para llegar a fin de mes durante los peores años de la crisis económica para decir que los norteamericanos han resurgido.
“Ha sido, y todavía es, un tiempo duro para muchos,” dijo el presidente, “pero esta noche, damos vuelta la página”.
Dijo que proyecta aumentar el crecimiento dando ayuda a las familias trabajadoras en forma de licencia por enfermedad y maternidad y cuidado infantil a precios que se puedan pagar.
También pidió al Congreso que apruebe una resolución para autorizar el uso de fuerza militar contra el grupo extremista ISIS.
Algunos republicanos se mostraron reacios a unirse en los aplausos al presidente, haciendo evidente su discrepancia con lo que escucha ban. Manifestando que Washington necesita algo más que “políticas fallidas como Obamacare”, el senador Joni Ernst por Iowa contestó más tarde en una nueva sesión del Congreso con un discurso que delineó las prioridades de su partido.
Luego de decir que quiere asegurar que las generaciones futuras cre zcan en un país que se defina por algo más que por el partidismo, Obama dijo que quiere un país que haga honos a su nombre: “Estados Unidos de América”
