De Hong Kong se dijo alguna vez que era una “roca pelada sin ninguna casa arriba” . sin embargo, sobre esa roca pelada se construyó el espíritu de Hong Kong, La idea del “espíritu de la Roca León” , de luchar ante la adversidad, entró en l imaginario colectivo con una serie de televisión en los años 70 sobre la vida de los trabajadores que vivían debajo de la emblemática montaña “Roca León”, cuyo contorno se asemeja a ese animal. Muchos de ellos habían buscado refugio allí en los tiempos en que era colonia británica y había problemas con China. Todos juntos se esforzaron por mejorar su suerte.
A medida que la ciudad se transformaba en un próspero centro financiero, el espíritu evolucionó con ella. Y se puso de manifiesto el domingo pasado con manifestación popular contra la ley de extradición a China.
Los organizadores estiman que un millón de personas tomaron parte en la marcha del domingo contra las enmiendas a la legislación.
Las autoridades de Hong Kong promueven un proyecto de ley que autorizaría las solicitudes de extradición a China, Taiwán y Macao de criminales sospechosos de delitos como homicidio y violación. La propuesta ha generado una multitudinaria oposición que resalta el profundamente defectuoso sistema judicial en China.
La medida se propuso después de que un hombre de 19 años, residente de Hong Kong, fuera acusado de asesinar a su novia de 20 años, cuando estaban de vacaciones en Taiwán, en febrero de 2018.
El individuo huyó a Hong Kong y no podía ser extraditado a Taiwán porque no existe un acuerdo de extradición entre estos dos lugares.
Los críticos señalan que las personas estarían sujetas a detenciones arbitrarias, juicios sesgados y tortura en China continental.
“Nadie estaría a salvo, incluyendo activistas, abogados de los derechos humanos y trabajadores sociales”, declaró en un comunicado Sophie Richardson de la organización internacional Human Rights Watch.
Hong Kong fue una colonia británica hasta 1997, cuando revirtió a China que administra el territorio bajo el principio de “un país, dos sistemas”.
La ciudad ha mantenido su independencia judicial, su propia legislatura, sistema económico y su moneda: el dólar de Hong Kong.
Sus residentes gozan de la protección de ciertos derechos, incluyendo la libertad de expresión y de reunión, libertades civiles que no están a disposición de sus homólogos en China Continental.
Pekín mantiene el control de los asuntos exteriores y de defensa, y para viajar entre Hong Kong y China se requieren visas o permisos.
Hong Kong tiene acuerdos de extradición con 20 países, incluyendo Reino Unidos y EE.UU., pero nunca ha entrado en un pacto con China, a pesar de las continuas negociaciones en las últimas dos décadas.
El peligro de perder sus libertades nunca estuvo lejos de la conciencia de los residentes de Hong Kong, dado que es status especial termina en 2047 y hay muchas señales de que ese momento podría llegar antes de lo esperado.
En la manifestación, sin líderes, la gente distribuía máscaras y agua para combatir el gas lacrimógeno y se cuidaban mutuamente. Después de la violencia y el caos, alguno incluso regresaron para retirar la basura. Fue una inspiración para todos lo que temen el avance del autoritarismo.