Hillary perforó el techo de cristal

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Es la primera mujer, en 240 años de historia política de EE.UU en lograr la candidatura presidencial por un partido (en este caso, el Demócrata). Se impuso cómodamente en California, y en las primarias de New Jersey, New Mexico y South Dakota.

Su contendiente, el senador Bernie Sanders se quedó sin chance, cuando Clinton superó el número de delegados necesarios para imponerse, pero aun así anunció que seguirá en campaña durante los próximos treinta días. Otra de las dificultades que deberá superar la ex Secretaria de Estado en su marcha hacia la Casa Blanca: en lugar de concentrarse en enfrentar al inefable y sorprendente Donald Trump, ya candidato Republicano, deberá seguir batallando en el plano interno.

Lo que hace más valioso su logro: debate y lucha interna y externa a la vez. Senadora, integrante del gabinete y antes Primera Dama, nada le resultó fácil ni lo obtuvo por casualidad. Hace ocho años perdió la interna frente a Barack Obama, el primer Presidente negro de Estados Unidos. Ahora una mujer – otra “gran minoría- tiene la oportunidad de llegar a la Casa Blanca.

Para ello deberá reordenar el frente interno, donde la antigua coalición que respaldó a Obama, progresistas, mujeres y minorías étnicas sufre la erosión de su plataforma con las clases medias enojadas por su situación económica y a favor de mayor aislacionismo. Sin contar a los millenials, que, sorprendentemente están más cerca del septuagenario socialista Sanders, y a los que deberá recuperar para su causa.

La convención partidaria se reunirá en julio próximo y declarará candidato a quien obtenga el voto de la mayoría de los 4.765 delegados. Clinton tiene más de 1.800 delegados y cuenta con el voto de 719 “superdelegados” elegidos por los líderes partidarios y los que tienen cargos electos. Ya tiene la mayoría requerida con holgura.

Algunos partidarios de Sanders sostienen que los “superdelegados” pueden cambiar su voto hasta el mismo día del voto en la convención. Es cierto, pero parece poco probable que ello ocurra. Este segmento le asigna muchas más oportunidades de triunfo a Hillary para enfrentar a Trump.

Ella tiene más delegados ahora que los que obtuvo hace ocho años cuando enfrentó a Barack Obama.

Si como lo anticipan las encuestas, Clinton gana la elección presidencial, Estados Unidos formará parte del grupo de países que son o fueron gobernados por mujeres, como Gran Bretaña, Alemania, India, Australia, Brasil y la Argentina.

Ahora todo su esfuerzo tratará de concentrarse en enfrentar al candidato rival de quien dice que “no está temperamentalmente preparado para ser Presidente”. Pero Saunders evita hacer un anuncio formal de su retiro.

 

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