Hay menos entusiasmo por el gasoducto del sur de Europa

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La rusa Gazprom y el italiano Ente Nazionale Idrocarburi (ENI) analizan este fin de semana la idea de que cada cual ceda 10% de acciones en South Stream (gasoducto sur) a la francesa EdF. Pero la corriente norte –North Stream- parece más atractiva.

<p>No obstante, ya se han firmado acuerdos con otros gobiernos respecto del gasoducto meridional (CS) y Gazprom insiste en su prioridad. Pero el proyecto que realmente avanza es el septentrional (CN). En realidad, la creciente competencia del gas natural licuado (GNL) y de fuentes no convencionales &ndash;junto con la baja demanda- cuestionan la viabilidad financiera de la CS, en relaci&oacute;n con la CN. Si bien es muy posible que haya m&aacute;s demoras en el sur, no lo es que Gazprom desista del proyecto.<br />
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Por cierto, la l&oacute;gica de ambos emprendimientos es la misma: eludir costosas o poco fiables rutas v&iacute;a Ucrania y Bielorrusia, consolidando relaciones de largo plazo con clientes europeos. Esto hace tanto al gas natural como a la infraestructura. La CS se ha planeado para ir desde Bieryeg&oacute;vaya (Rusia), donde una corriente azul (CA) se desv&iacute;a por Turqu&iacute;a, hacia Varna (Bulgaria), Serbia, Eslovenia, Hungr&iacute;a y Austria. Ramales por Croacia, Rumania y Grecia son objetos de estudio.<br />
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Ambos gasoductos recorrer&aacute;n 900 kil&oacute;metros de lecho marino hasta 2.000 metros de profundidad a raz&oacute;n de 31.000 millones de metros c&uacute;bicos anales. En total, el proyecto costar&aacute; de US$ 26.000 a 31.700 millones. Es un monto muy superior a los US$ 10.600 millones que sale la corriente norte (bajo el B&aacute;ltico). El plazo inicial para la CS era 2013, pero no se cumplir&aacute;. Sin embargo, Rusia ha suscripto convenios con varios pa&iacute;ses centroeuropeos y balc&aacute;nicos. <br />
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El socio accionario principal de Gazprom era ENI en las corrientes meridional y azul. Su participaci&oacute;n y la condici&oacute;n de cliente clave (en 2009, los italianos compraron 19.000 millones de m3- obran como garant&iacute;as para la CS. Ahora, v&iacute;a Edison, su controlante &Eacute;lectricit&eacute; de France (EdF) entra en ese gasoducto, cuyo perfil pasa a ser 40% para Gazprom, igual para ENI y 20% para EdF (Edison).<br />
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<p>Ahí surgen problemas. Se suponía que Gazprom completase un estudio de factibilidad a principios de este año pero, hace cuatro días, Alyéxiev Miller, su presidente, pareció postergar la fecha a febrero próximo y, de hecho, pasó de 2013 a 2015 la puesta en marcha de ambos gasoductos. <br />
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Semanas antes, abriendo el paraguas, ENI sugirió fusionar la corriente sur con otro proyecto, Nabucco, nombre operístico sin explicación. Gazprom vetó de inmediato la idea. <br />
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Comparada con la corriente norte, la sur afronta diversas dificultades. Por ejemplo, aquélla se funda en contratos firmes con gigantes como Eon Ruhrgas o Gaz de France (GdF). Su paquete accionario abarca esas empresas junto con Wintershall, Gasunie y otras en Holanda, Gran Bretaña, etc.<br />
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En otro plano, hay complicaciones turcas y ucranianas. Por ejemplo, la CS recorrerá aguas de Angora, pero no servirá a ese mercado. Por otra parte, podría drenarle fluido a la corriente azul (CA) o a las redes mismas de Ucrania, Turquía, Moldavia, etc. Al mismo tiempo, la utilidad de sortear Ucrania ya no existe: Moscú virtualmente controla Kíyiev, se acabaron las peleas por poliductos comunes y hay capacidad ociosa suficiente para rebombear hidrocaburos baratos de Europa occidental a sus flancos oriental y sudoriental.</p>
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