La situación que atraviesa la economía es de un pesimismo en el corto plazo y una expectación para el largo, donde se observan situaciones pendulares entre: la restricción de dólares y el exceso de pesos, o, de recesión con inflación, sin embargo no es una economía que se encamine a una explosión, no es la economía de 2001, señala el diector del Centro de Investigación y Medición Económicade la Escuela de Negocios de la Universidad Nacional de San Martín, Enrique Déntice. En los Pronósticos 2015 que publica en el habitualPanorama Económico y Financiero, sostiene que 2014 cierra con una caída interanual del PIB.
El consumo se muestra a la baja producto de la caída de actividad, expectativa de ingresos y empleo y paradójicamente no impacta para bajar la inflación. El menor consumo interno, afectará a los sectores ligados a alimentos y bebidas más fuertemente. Se estima que la cosecha de soja será buena, al igual que la de trigo, cayendo la de maíz. La tendencia de precios de estos commodities sería continuar a niveles de los actuales, pareciendo que la meseta en los mismos ya aventura tendencia. Los mayores costos y la brecha cambiaria, afectan la rentabilidad del sector agropecuario. La caída del precio de la soja fue 23% (USD330), petróleo cayó 35% (USD70), precio del maíz 11% (USD190). La caída de los valores y de la soja particularmente recortaría ingresos por USD 5.500 millones, compensados por la caída del precio de petróleo y de ello el valor de las importaciones de energía en USD 1.300 millones. Si bien todos los sectores manufactureros se perfilan afectados por el bajo nivel de actividad esperado los que se hallan ligados a las importaciones y que en un 50% requieren insumos importados, serán: 1) Automotor, 2) Electrodomésticos y 3) Electrónicos El desempeño de la economía brasileña será una variable para monitorear y particularmente para la industria automotriz, ya que la prioridad del Brasil es moderar la inflación frente al sostenimiento del nivel de actividad. Se espera que Brasil, modifique el Real y ello haría aun más difícil la relación con el peso. Sin embargo, se espera un leve rebote en el sector automotriz local con una expectativa de producción del orden 907.000 unidades. Si bien la obra pública en un año electoral es importante, no se estima que la misma vaya a ser decisiva. Elevada brecha cambiaria, incertidumbre y restricción al atesoramiento de divisas, constituyen un escenario poco amigable. Se prevé un estancamiento en la creación de empleo y cautela con la cantidad de personal ocupado, tanto en tomado como en despidos. La caída del precio del petróleo que aun no define si es piso o no, además de reducir el valor de las importaciones, fiscalmente generara una disminución en subsidios por transferencias al sector privado, pero, no se sabe su impacto cierto en el bolsillo de la gente El nivel de reservas se sitúa en USD 30.000 millones y la generación de divisas genuinas (balanza comercial) se ubicará en USD9.000 millones. Los vencimientos de deuda en 2015, son mayores, pero las expectativas de las exportaciones resultan menores y esto es un problema. No se prevé que el 2015 sea un año donde se lleven adelante correcciones macroeconómicas en temas como: inflación, atraso cambiario, desequilibrio fiscal, y esto, con o sin acuerdo con los holdouts.
Tales desequilibrios tendrían como efecto un ajuste en cantidades (menos nivel de actividad) que en precios. El proceso recesivo de 2015 solo puede revertirse, pero no en gran medida, con la apertura de la cuenta financiera. La clave en 2015 será monitorear no solo la restricción externa, sino también el exceso de pesos.
Los escenarios que se toman como base indican:
1) arreglo con los holdouts = año ordenado o,
2) no arreglo con los holdouts = año caótico, y con un escenario intermedio, un arreglo a mitad de año.