<p>No obstante, otras reestructuraciones potenciales podrían ser atractivas o factibles en otros países de la Eurozona. Los bonistas griegos aceptaron el jueves un canje que implica una quita superior a 70% respecto del valor nominal. En cambio, habrá deuda nueva “endulzada”. Grecia había dicho que pretendía 90%, pero admitió que, por encima de 75%, contemplaría aplicar las “cláusulas de acción colectiva” insertadas en los títulos emitidos según la legislación helena. Por ende, la reestructuración se elevaría a € 200.000 millones.<br />
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Esa diferencia entre bonos emitidos bajo las normas griegas y las británicas, aceptadas internacionalmente, puede acarrear efectos para otras economías de la Eurozona o la Unión Europea en situación apurada. En esencia, los títulos griegos colocados según las reglas británicas se comercializan como si fuesen superiores a los regidos por las leyes locales. O sea, valen casi el doble.<br />
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En cuanto al canje en sí, varios analistas estiman que el “éxito” heleno no permite todavía al país respirar, pues el alivio no durará mucho. Como señalan Nomura Securities, Deutsche Bank o Royal Bank of Scotland, “el mercado compra hoy a causa de los anuncios, pero venderá cuando surjan noticias negativas. Este canje, en verdad, no resuelve los graves problemas subyacentes en la economía real.<br />
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Hay un dato que explican esas opiniones: una aceptación de 90% conseguiría disminuir la relación deuda/producto bruto interno sólo de 160 a 120% recién en ocho años. Por consiguiente, los nuevos títulos griegos mantendrán tasas muy elevadas, reflejo de inversores temerosos Por cierto, Atenas sigue en honda recesión, sufre agudos problemas fiscales, padece un cepo cambiario y debe llevar a cabo un duro programa de austeridad socialmente arduo de imponer a la población.</p>
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Grecia: canje que no garantiza recuperación
El difícil acuerdo sobre la deuda soberana helena no termina de recorrerse. Existe el peligro de leyes retroactivas para torcerles el brazo a los acreedores privados. Estos riesgos regulatorios tampoco aseguran un rebote económico efectivo.