La arrasadora victoria del partido del Brexit en las elecciones para el Parlamento Europeo aumentó la presión para que Gran Bretaña se retire de la Unión Europea sin acuerdo, algo que provoca pánico en el gobernante partido conservador.
El nuevo partido euroescéptico de Nigel Farage sacó 31% de la votación, muy por delante de cualquier otro partido, y consiguió 29 escaños. Todos los que aspiran a suceder a Theresa May como Primer Ministro parecen tan dispuestos como Farage a llevar adelante una salida sin red de protección.
El partido conservador se inclina hacia un Brexit duro. El laborismo fue virando hacia la posición de “quedarse” (en la UE) cuando Jeremy Corbyn perdió una catarata de votos ante los liberal demócratas.
El partido conservador en el gobierno salió 5º en la votación, con 9% de los votos: el peor resultado en elecciones nacionales en toda la historia del partido. La posición de Boris Johnson, el ex canciller, es de apoyar una salida sin acuerdo si no se logran términos favorables al Reino Unido. Lo acompañan en esa idea la mayoría de los conservadores. En palabras de Theresa May: “El mensaje para nuestros votantes es claro: debemos abandonar la Unión Europea el 31 de octubre con un corte limpio”.
Pero Jeremy Hunt, actual canciller, advirtió que los conservadores estarían cometiendo “un suicidio político” si intentaran avanzar con una salida sin acuerdo. Dijo (en una columna en el Daily Telegraph) que cualquier Primer Ministro que intentara sacar a Inglaterra sin un acuerdo desencadenaría una elección general donde el partido conservador estaría amenazado de extinción.
