Goldman Sachs: ¿y si se suprimen los grupos de siete, ocho, etc.?
Este lunes arranca en Hokkaido otra cumbre del Grupo de los 8 (Estados Unidos, Japón, Alemania, Francia, Gran Bretaña, Canadá, Italia y Rusia). Pero algunos expertos dudan de que estos encuentros sirvan de algo en el actual contexto.
7 julio, 2008
<p>“La nueva estructura de poder en el mundo ya no es la de 1975 ni 1995 y esta reunión podría sepultar esos mecanismos”. No lo dicen políticos del ex “tercer mundo” ni activistas del No global. Así opina Robert Hormats, de la muy occidental firma de valores Goldman Sachs.</p>
<p><em>No apto para supersticiosos</em></p>
<p>A su juicio, “esta reunión puede acabar con todas”. La cita, también poco convencional, proviene del olvidado escritor soviético Vladyímir Maiakovskiy (1893/1930). Fuera de alusiones literarias, cunde la impresión de que esta clase de deliberaciones y sus grupos (7, 8, 9, etc.) han perdido relevancia y son meros gestos burocráticos.</p>
<p>A criterio de Hormats, “se trata de anacronismos inadecuados para afrontar o siquiera evaluar los nuevos problemas en los mercados de riesgo y la economía planetaria”. Desde otro extremo, el francés Nicolas Sarkozy propone olvidar el G-7 o el G-8 (hoy más en boga que el primero) y partir de catorce jugadores: los ocho en danza más China, India, Brasil, México, Surcorea y Sudáfrica, sin mecanismo rígidos ni “cumbres para que cobren viáticos técnicos y funcionarios”.</p>
<p>“Carece de sentido –señalaba el presidente galo- seguir juntándonos de a siete u ocho, cuando China representa 1.300 millones de personas e India más de mil millones”. Por su parte, el tambaleante primer ministro británico, Gordon Brown, piensa en un G-13 (excluye a Surcorea).</p>
<p>Como apunta el experto de Goldman Sachs, también hay quienes barajan un G-16 añadiendo Australia –pocos habitantes y muy atada a EE.UU.-, Indonesia (un país caótico) y Saudiarabia, un “monocultivo petrolero” cuyas reservas tienden a agotarse.</p>
<p>Más pragmático, William Drozdiak (“lobby” norteamericano en Alemania) sugiere sustituir ya mismo el G-8 con otro mecanismo existente, el Grupo de los 20, creado en 1999. Vale decir, el hipotético G-16 más Argentina, Turquía, Ucrania y la Unión Europea pero, como observa Hormats, “la UE en sí ya abarca casi todo el G-8, salvo EE.UU., Japón, Rusia y un miembro del G-20, Canadá.</p>
<p>Ahora bien, el propio G-8 aporta a la confusión invitando habitualmente observadores de catorce estados. Entre ellos, países africanos de muy escaso desarrollo. Esto explica la casi total ausencia de propuestas o decisiones concretas en los largos comunicados finales de cada reunión, cumbre o no cumbre.</p>
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