El mes próximo se conocerán los resultados de la encuesta con los índices de desempleo correspondientes a octubre; el Ministerio de Trabajo planea buscar apoyo en la red de las bolsas de empleo que tiene el país.
Es por ello que, en los próximos quince días, firmará un convenio con el Banco Interamericano de Desarrollo destinado a promover la actividad en las organizaciones intermedias dedicadas a la temática.
Con esta iniciativa, el Gobierno intenta brindar el equipamiento necesario para que las agencias puedan tener acceso a la información de los desocupados.
El objetivo es doble: “que esto sirva para generar empleo privado y, además, que todos nuestros programas laborales se realicen a través de estas entidades.” .
En la actualidad, algo más de 450 oficinas de empleo tienen relación habitual y directa con el Ministerio de Trabajo. Sin embargo, se estima que la cantidad de bolsas de esta naturaleza asciende a 1300 en el país.
Según un informe realizado por la cartera laboral hace dos años, sobre 100% de los puestos que pide la gente, estas oficinas ofrecen 53,5% de empleos.
No siempre se trata de trabajo de alta calificación, aunque se exceptuaron, para esta cifra, los programas de asistencia laboral que por entonces ofrecía el ministerio. En algunas provincias, la proporción fue alentadora: en Rosario, por ejemplo, donde 67,1% de los demandantes consiguió empleo durante ese relevamiento.
La idea del ministerio es establecer cuatro regiones para distribuir sus bases de datos: Córdoba y el noroeste argentino; Santa Fe y el nordeste del país; la Capital Federal y la provincia de Buenos Aires, y la Patagonia.
A pesar de que no son muchos los que recurren a los gremios, estas agrupaciones son, por lo general, las que obtienen, proporcionalmente, la mayor cantidad de colocaciones en el mercado laboral.
Los sindicatos registran más 80% en colocaciones, en las que se incluye las realizadas a través de empleadores o programas laborales.
La medición de la Encuesta Permanente de Hogares del Indec que se realizó durante mayo reveló que en la Argentina el desempleo afecta a 15,4% de la población en condiciones de trabajar, y se supone que, en los últimos meses del año en curso, mantendrá una leve tendencia alcista.
Hay, entonces, alrededor de 2.100.000 personas sin ocupación, y casi otros dos millones que trabajan menos de lo que quisieran. Es decir, casi cuatro millones de argentinos con problemas laborales.
El mes próximo se conocerán los resultados de la encuesta con los índices de desempleo correspondientes a octubre; el Ministerio de Trabajo planea buscar apoyo en la red de las bolsas de empleo que tiene el país.
Es por ello que, en los próximos quince días, firmará un convenio con el Banco Interamericano de Desarrollo destinado a promover la actividad en las organizaciones intermedias dedicadas a la temática.
Con esta iniciativa, el Gobierno intenta brindar el equipamiento necesario para que las agencias puedan tener acceso a la información de los desocupados.
El objetivo es doble: “que esto sirva para generar empleo privado y, además, que todos nuestros programas laborales se realicen a través de estas entidades.” .
En la actualidad, algo más de 450 oficinas de empleo tienen relación habitual y directa con el Ministerio de Trabajo. Sin embargo, se estima que la cantidad de bolsas de esta naturaleza asciende a 1300 en el país.
Según un informe realizado por la cartera laboral hace dos años, sobre 100% de los puestos que pide la gente, estas oficinas ofrecen 53,5% de empleos.
No siempre se trata de trabajo de alta calificación, aunque se exceptuaron, para esta cifra, los programas de asistencia laboral que por entonces ofrecía el ministerio. En algunas provincias, la proporción fue alentadora: en Rosario, por ejemplo, donde 67,1% de los demandantes consiguió empleo durante ese relevamiento.
La idea del ministerio es establecer cuatro regiones para distribuir sus bases de datos: Córdoba y el noroeste argentino; Santa Fe y el nordeste del país; la Capital Federal y la provincia de Buenos Aires, y la Patagonia.
A pesar de que no son muchos los que recurren a los gremios, estas agrupaciones son, por lo general, las que obtienen, proporcionalmente, la mayor cantidad de colocaciones en el mercado laboral.
Los sindicatos registran más 80% en colocaciones, en las que se incluye las realizadas a través de empleadores o programas laborales.
La medición de la Encuesta Permanente de Hogares del Indec que se realizó durante mayo reveló que en la Argentina el desempleo afecta a 15,4% de la población en condiciones de trabajar, y se supone que, en los últimos meses del año en curso, mantendrá una leve tendencia alcista.
Hay, entonces, alrededor de 2.100.000 personas sin ocupación, y casi otros dos millones que trabajan menos de lo que quisieran. Es decir, casi cuatro millones de argentinos con problemas laborales.