Las negociaciones entre Gran Bretaña y la Unión Europea durante todo el año y medio que lleva el proceso de separación se concentraron casie xclusivamente en la frontera entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda. Pero la otra es la frontera entre Gibraltar y España, donde también habrá profundos cambios después del Brexit.
Para mitigar los efectos del brexit, España y el Reino Unido ya han firmado varios acuerdos para regular las especiales relaciones con Gibraltar en materias como los derechos de los ciudadanos, sobre todo de los cerca de 25.000 trabajadores transfronterizos y de los miles de gibraltareños que tienen su residencia principal en España. Además, se han previsto mejoras en materias sensibles como la cooperación policial y aduanera, cuestiones de medio ambiente y el contrabando de tabaco. Todo esto quedaría en “papel mojado” si finalmente el brexit es sin acuerdo, aunque para esta eventualidad el Gobierno ha aprobado un paquete de medidas “de contingencia” que regularía las relaciones en caso de brexit duro.
Efectos nefastos
Los efectos serán sin duda nefastos, pero no serán tan radicales como cuando el 8 de junio de 1969 el dictador Francisco Franco “cerró la verja” de un día para otro en protesta por la decisión de Reino Unido de dotar de estatuto de autonomía a este territorio británico.
El cierre fue total: por tierra, mar y aire. Hasta las líneas de teléfono quedaron cortadas. Entonces, familias enteras quedaron separadas por una verja a la que tenían que aferrarse para, a gritos, conocer el estado de sus seres queridos del otro lado.
Los más afectados, sin duda, los entorno a 30.000 gibraltareños que en aquellos tiempos vivían en La Roca y los más de 5.000 españoles que trabajaban en Gibraltar y automáticamente perdieron su empleo.
Hoy un cierre brusco frenaría en seco el tránsito diario de más de 7.000 coches, más de 350 camiones semanales de abastecimiento para el Peñón y, sobre todo, afectaría de lleno a las más de 13.000 personas que residen en España y trabajan en Gibraltar (unas 8.000 de ellas españolas). El descalabro sería de tal calibre que el propio ministro principal de Gibraltar, Fabian Picardo, aseguró hace unas semanas que, si finalmente no hubiera Brexit, se “cogería una tajada como un piano” para celebrarlo.
Pese a todos los temores y malos augurios sobre la salida del Reino Unido de la Unión Europea y de todos los buenos deseos para un futuro unidos y coordinados por normas de buena vecindad, lo cierto es que, para España el Brexit ha supuesto una “oportunidad histórica para un ajuste de cuentas, un reequilibrar de las balanza”, explicó un diplomático involucrado en las negociaciones.
“La salida del Reino Unido de la UE”, dice Marcos Moreno en el diario El País, “es una oportunidad única para recuperar el Peñón de Gibraltar, que España perdió por el Tratado de Utrecht”.
Extractado de “El ‘Brexit’, una nueva verja para Gibraltar 50 años después” Cristina Lladó, Noticias de Gipuzkoa