Los dos sospechosos del crimen del vicepresidente paraguayo –-Luis María Argaña– se fugaron, ayer, del Departamento Central de la Policía Federal junto a un ladrón de bancos. El trío salió por la puerta principal del edificio sin disparar y –por alguna razón hasta ahora desconocida–las cámaras de seguridad no grabaron el momento de la fuga.
El hecho sucedió el domingo por la madrugada y reviste profunda gravedad ya que nadie había podido huir del ese edificio en 112 años. Para el gobierno –todavía inmerso en la tormenta del Senado–se transforma en otro tema sumamente escabroso ya que se abona la teoría de que haya habido encubrimiento policial.
Los paraguayos Fidencio Vega Barrios y Luis Alberto Rojas fueron acusados, por un arrepentido, del asesinato del entonces vicepresidente de Paraguay –Luis María Argaña– en el mes de marzo de 1999 cuando recibió diez balazos a quemarropa.
El presidente De la Rúa se mostró preocupado por las repercusiones que este tema pueda tener en las relaciones bilaterales de la Argentina y Paraguay, e instó a todas las fuerzas de seguridad a “desplegar un rastrillaje intensivo en todo el país” para encontrar a los prófugos.
Anoche el juez Gabriel Cavallo ordenó la detención de tres policías que estaban a cargo de la custodia de los presos.
El presidente se reunió, en Olivos, con el ministro del Interior para tratar el tema. El hijo del asesinado Argaña sostiene que hubo policías implicados en la fuga.
Los dos sospechosos del crimen del vicepresidente paraguayo –-Luis María Argaña– se fugaron, ayer, del Departamento Central de la Policía Federal junto a un ladrón de bancos. El trío salió por la puerta principal del edificio sin disparar y –por alguna razón hasta ahora desconocida–las cámaras de seguridad no grabaron el momento de la fuga.
El hecho sucedió el domingo por la madrugada y reviste profunda gravedad ya que nadie había podido huir del ese edificio en 112 años. Para el gobierno –todavía inmerso en la tormenta del Senado–se transforma en otro tema sumamente escabroso ya que se abona la teoría de que haya habido encubrimiento policial.
Los paraguayos Fidencio Vega Barrios y Luis Alberto Rojas fueron acusados, por un arrepentido, del asesinato del entonces vicepresidente de Paraguay –Luis María Argaña– en el mes de marzo de 1999 cuando recibió diez balazos a quemarropa.
El presidente De la Rúa se mostró preocupado por las repercusiones que este tema pueda tener en las relaciones bilaterales de la Argentina y Paraguay, e instó a todas las fuerzas de seguridad a “desplegar un rastrillaje intensivo en todo el país” para encontrar a los prófugos.
Anoche el juez Gabriel Cavallo ordenó la detención de tres policías que estaban a cargo de la custodia de los presos.
El presidente se reunió, en Olivos, con el ministro del Interior para tratar el tema. El hijo del asesinado Argaña sostiene que hubo policías implicados en la fuga.