La tasa anual de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB), la más alta desde el primer trimestre de 1984, fue más del doble que la registrada en los tres meses anteriores, 3,3 por ciento, y muestra una sólida recuperación de la economía de EEUU.
La combinación de reducción de impuestos y las bajas tasas de interés llevaron a un cálculo del crecimiento del PIB que superó de lejos las previsiones de los economistas más optimistas, que habían vaticinado un incremento de entre el 5 y el 6 por ciento.
Como reflejo de la política monetaria que ha mantenido desde enero de 2001 la Reserva Federal, con las tasas de interés en su nivel más bajo desde 1958, las ventas finales de productos domésticos subieron un 7,8 por ciento, la mejor cifra en un cuarto de siglo.
El ingreso real disponible -esto es lo que queda en manos de los consumidores después del pago de impuestos- subió un 7,2 por ciento en el tercer trimestre.
Las cifras del gobierno muestran que el crecimiento fue equilibrado entre julio y septiembre con contribuciones fuertes de consumidores y empresarios, gastos e inversiones, al tiempo que el gasto del gobierno y las exportaciones netas aportaron su cuota.
Los únicos flancos negativos ocurrieron en la acumulación de inventarios de productos no vendidos y las inversiones en estructuras empresariales.
El gasto de los consumidores, que equivale a casi el 70 por ciento del PIB de EEUU, subió a un ritmo anual del 6,6 por ciento, el mejor en más de cinco años.
Las fuertes ventas de automóviles llevaron las adquisiciones de bienes duraderos a un incremento del 26,9 por ciento, el mejor en 15 años.
Y el gasto en bienes no duraderos subió un 7,9 por ciento, la mejor cifra en 27 años.
Fuente: EFE
La tasa anual de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB), la más alta desde el primer trimestre de 1984, fue más del doble que la registrada en los tres meses anteriores, 3,3 por ciento, y muestra una sólida recuperación de la economía de EEUU.
La combinación de reducción de impuestos y las bajas tasas de interés llevaron a un cálculo del crecimiento del PIB que superó de lejos las previsiones de los economistas más optimistas, que habían vaticinado un incremento de entre el 5 y el 6 por ciento.
Como reflejo de la política monetaria que ha mantenido desde enero de 2001 la Reserva Federal, con las tasas de interés en su nivel más bajo desde 1958, las ventas finales de productos domésticos subieron un 7,8 por ciento, la mejor cifra en un cuarto de siglo.
El ingreso real disponible -esto es lo que queda en manos de los consumidores después del pago de impuestos- subió un 7,2 por ciento en el tercer trimestre.
Las cifras del gobierno muestran que el crecimiento fue equilibrado entre julio y septiembre con contribuciones fuertes de consumidores y empresarios, gastos e inversiones, al tiempo que el gasto del gobierno y las exportaciones netas aportaron su cuota.
Los únicos flancos negativos ocurrieron en la acumulación de inventarios de productos no vendidos y las inversiones en estructuras empresariales.
El gasto de los consumidores, que equivale a casi el 70 por ciento del PIB de EEUU, subió a un ritmo anual del 6,6 por ciento, el mejor en más de cinco años.
Las fuertes ventas de automóviles llevaron las adquisiciones de bienes duraderos a un incremento del 26,9 por ciento, el mejor en 15 años.
Y el gasto en bienes no duraderos subió un 7,9 por ciento, la mejor cifra en 27 años.
Fuente: EFE