Ayer (Jueves 8) circularon insistentes versiones sobre la renuncia del flamante ministro de Economía, Ricardo López Murphy.
La actitud del funcionario, explicaban las versiones en cuestión, habría surgido como reacción frente a las presiones políticas de los sectores internos de la Alianza que no quieren avalar un nuevo ajuste fiscal.
La jornada en los mercados estuvo teñida del nerviosismo que impusieron estos trascendidos; el riesgo argentino subió 29 puntos, hasta colocarse en 761 puntos básicos.
Los bonos de la deuda perdieron entre 0,3 y 0,5% y la Bolsa porteña cerró con una merma de 0,3% luego de haber llegado a bajar 1,4%.
Por la tarde, llegó la reacción oficial que permitió contener la incertidumbre y contrarrestar los rumores: el jefe de Gabinete, Chrystian Colombo, anunció —pasadas las 17.30— la composición del nuevo equipo de funcionarios que acompañará a López Murphy en Economía.
Más tarde, desde el mismísimo Palacio de Hacienda salieron a negar la renuncia de su titular.
“Las versiones se generaron afuera del país. En las filiales de varios bancos de inversión se recibieron llamadas telefónicas desde Estados Unidos para preguntar qué estaba pasando. Y eso generó consultas entre los operadores locales, que terminaron potenciando los rumores”, le aseguró al diario Clarín un operador de la city porteña.
Según la opinión que varios ejecutivos, locales y extranjeros, volcaron en diálogo con los medios de prensa, entre los episodios que alimentaron la inquietud de los analistas figura el acto político del martes, en el cual el ex presidente Raúl Alfonsín criticó a “los fundamentalistas del mercado”, afirmación que contó con el aplauso del ex vicepresidente Carlos Alvarez.
El representante de un banco de inversión sintetizó de la siguiente forma el razonamiento que alentó los rumores de ayer en Wall Street: “Los problemas políticos de la Argentina no son diferentes hoy de lo que fueron antes del último cambio de gabinete. La única base real de poder de López Murphy frente a las presiones de los sectores políticos es amenazar con su renuncia”.
Ayer (Jueves 8) circularon insistentes versiones sobre la renuncia del flamante ministro de Economía, Ricardo López Murphy.
La actitud del funcionario, explicaban las versiones en cuestión, habría surgido como reacción frente a las presiones políticas de los sectores internos de la Alianza que no quieren avalar un nuevo ajuste fiscal.
La jornada en los mercados estuvo teñida del nerviosismo que impusieron estos trascendidos; el riesgo argentino subió 29 puntos, hasta colocarse en 761 puntos básicos.
Los bonos de la deuda perdieron entre 0,3 y 0,5% y la Bolsa porteña cerró con una merma de 0,3% luego de haber llegado a bajar 1,4%.
Por la tarde, llegó la reacción oficial que permitió contener la incertidumbre y contrarrestar los rumores: el jefe de Gabinete, Chrystian Colombo, anunció —pasadas las 17.30— la composición del nuevo equipo de funcionarios que acompañará a López Murphy en Economía.
Más tarde, desde el mismísimo Palacio de Hacienda salieron a negar la renuncia de su titular.
“Las versiones se generaron afuera del país. En las filiales de varios bancos de inversión se recibieron llamadas telefónicas desde Estados Unidos para preguntar qué estaba pasando. Y eso generó consultas entre los operadores locales, que terminaron potenciando los rumores”, le aseguró al diario Clarín un operador de la city porteña.
Según la opinión que varios ejecutivos, locales y extranjeros, volcaron en diálogo con los medios de prensa, entre los episodios que alimentaron la inquietud de los analistas figura el acto político del martes, en el cual el ex presidente Raúl Alfonsín criticó a “los fundamentalistas del mercado”, afirmación que contó con el aplauso del ex vicepresidente Carlos Alvarez.
El representante de un banco de inversión sintetizó de la siguiente forma el razonamiento que alentó los rumores de ayer en Wall Street: “Los problemas políticos de la Argentina no son diferentes hoy de lo que fueron antes del último cambio de gabinete. La única base real de poder de López Murphy frente a las presiones de los sectores políticos es amenazar con su renuncia”.
