¿Fondo anticíclico o gasto público?

La AFIP sigue anunciando registros de recaudación inéditos para el país. En gran parte, causados por motivos excepcionales o exógenos. ¿Gastarlos o ahorrarlos? El dilema, a la orden del día.

5 febrero, 2008

La recaudación impositiva de enero marcó un nuevo récord
histórico: llegó a $ 21.729 millones. Es 49,5% más que en
el mismo mes de 2007. Los pilares de este resultado fueron los impuestos que gravan
al consumo y a las exportaciones. Así, superó la marca récord
que se había registrado sólo un mes atrás, en diciembre de
2007, cuando se lograron $ 19.621 millones. La variación interanual alcanzada
por la recaudación de enero es la más alta desde mayo de 2004.

Estas sucesivas marcas inéditas le garantizan al gobierno fondos frescos
para hacer frente a los servicios de deuda pública de 2008, en momentos
en que, en la práctica, se encuentra cerrado el acceso al crédito
o financiamiento externo.
Los pilares de esta recaudación fueron el IVA, Ganancias y las retenciones
a las exportaciones, que explican juntas 69,9% del aumento producido.

En el caso del IVA (que grava el consumo), la inflación explica más
de la mitad de la suba de este impuesto, que explica, a su vez, 28% del aumento
de recaudación. De aquí, su carácter coyuntural.

Pero el mayor salto lo dieron las retenciones a las exportaciones, cuyas alícuotas
aumentaron notablemente el último año para cereales, oleaginosas,
combustibles y minería. Pasaron de representar un 7% del total recaudado
a significar 15%. En enero, crecieron 157,4%, para llegar a $ 3.215,2 millones.
Sobre esto, se agregó el aumento de los precios de los commodities.

Según el Presupuesto, la recaudación de este año debería
llegar a 233.000 millones de pesos, 16% más que en 2007; aunque se estima
que, en realidad, se ubicará en $ 270.000 millones, 35% más que
el año pasado.
La condición excepcional de la notable recaudación, en 2007, se
debió al traspaso de las AFJP al Sistema de Reparto. En 2007, el sector
público nacional tuvo un flujo inesperado de ingresos, unos $ 7.814 millones,
a raíz de los cambios en el sistema de jubilaciones. Pero fue un recurso
excepcional, que no se repetirá en 2008.
Este año, la excepcionalidad la constituyen la continuidad de una inflación
creciente y los altos precios de commodities, aún cuando el volumen y precio
del comercio mundial se retraiga por el cambio de las condiciones financieras
internacionales.

En una actualidad marcada por ciertos aumentos inflexibles a la baja y con dinámica
alcista, como son las transferencias al sector privado o servicios de seguridad
social, cómo lograr preservar los recursos excepcionales recaudados para
eventuales crisis. Esto es la pregunta que se hacen varia consultoras.

En el caso de la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración
Financiera Pública (ASAP), para que los recursos adicionales no se transformen
en gastos permanentes, y así evitar la dependencia de los buenos resultados
de los bienes primarios exportables, aquellos podrían destinarse a la inversión
real directa, para mejorar la infraestructura y productividad de la economía;
a cancelar deuda pública, mediante recompra de títulos o cancelaciones,
que permitiría mejorar la solvencia fiscal; y constituir un fondo anti-cíclico,
que permitiría revitalizar la economía ante una eventual situación
recesiva.

Una opción intermedia, según esta asociación, que combina
los beneficios de las tres opciones comentadas, podría ser la constitución
de un fondo cuyos saldos se inviertan en activos financieros, vinculados a fines
estratégicos, y que puedan ser transados en el mercado, con el fin de financiar
sectores económicos claves y garantizar retornos de la inversión.

En el caso de Prefinex, la crítca al gasto es más explícita:
cuestionan la sustentabilidad de una recaudación que depende en forma creciente
de la inflación y de precios internacionales récord, siendo éstos
una variable no controlable por el gobierno. Por ello, aseguran que “sería
peligroso que el gobierno utilizara estos ingresos, que podrían no ser
permanentes, para financiar gastos que la historia ha probado inflexibles a la
baja en tiempos de vacas flacas”. El llamado a la “prudencia fiscal”
se completa al hacer mención del panorama internacional turbulento. Según
los consultores, el gasto debe moderarse y no seguir creciendo más que
los ingresos. Toda una visión de la política fiscal.

La recaudación impositiva de enero marcó un nuevo récord
histórico: llegó a $ 21.729 millones. Es 49,5% más que en
el mismo mes de 2007. Los pilares de este resultado fueron los impuestos que gravan
al consumo y a las exportaciones. Así, superó la marca récord
que se había registrado sólo un mes atrás, en diciembre de
2007, cuando se lograron $ 19.621 millones. La variación interanual alcanzada
por la recaudación de enero es la más alta desde mayo de 2004.

Estas sucesivas marcas inéditas le garantizan al gobierno fondos frescos
para hacer frente a los servicios de deuda pública de 2008, en momentos
en que, en la práctica, se encuentra cerrado el acceso al crédito
o financiamiento externo.
Los pilares de esta recaudación fueron el IVA, Ganancias y las retenciones
a las exportaciones, que explican juntas 69,9% del aumento producido.

En el caso del IVA (que grava el consumo), la inflación explica más
de la mitad de la suba de este impuesto, que explica, a su vez, 28% del aumento
de recaudación. De aquí, su carácter coyuntural.

Pero el mayor salto lo dieron las retenciones a las exportaciones, cuyas alícuotas
aumentaron notablemente el último año para cereales, oleaginosas,
combustibles y minería. Pasaron de representar un 7% del total recaudado
a significar 15%. En enero, crecieron 157,4%, para llegar a $ 3.215,2 millones.
Sobre esto, se agregó el aumento de los precios de los commodities.

Según el Presupuesto, la recaudación de este año debería
llegar a 233.000 millones de pesos, 16% más que en 2007; aunque se estima
que, en realidad, se ubicará en $ 270.000 millones, 35% más que
el año pasado.
La condición excepcional de la notable recaudación, en 2007, se
debió al traspaso de las AFJP al Sistema de Reparto. En 2007, el sector
público nacional tuvo un flujo inesperado de ingresos, unos $ 7.814 millones,
a raíz de los cambios en el sistema de jubilaciones. Pero fue un recurso
excepcional, que no se repetirá en 2008.
Este año, la excepcionalidad la constituyen la continuidad de una inflación
creciente y los altos precios de commodities, aún cuando el volumen y precio
del comercio mundial se retraiga por el cambio de las condiciones financieras
internacionales.

En una actualidad marcada por ciertos aumentos inflexibles a la baja y con dinámica
alcista, como son las transferencias al sector privado o servicios de seguridad
social, cómo lograr preservar los recursos excepcionales recaudados para
eventuales crisis. Esto es la pregunta que se hacen varia consultoras.

En el caso de la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración
Financiera Pública (ASAP), para que los recursos adicionales no se transformen
en gastos permanentes, y así evitar la dependencia de los buenos resultados
de los bienes primarios exportables, aquellos podrían destinarse a la inversión
real directa, para mejorar la infraestructura y productividad de la economía;
a cancelar deuda pública, mediante recompra de títulos o cancelaciones,
que permitiría mejorar la solvencia fiscal; y constituir un fondo anti-cíclico,
que permitiría revitalizar la economía ante una eventual situación
recesiva.

Una opción intermedia, según esta asociación, que combina
los beneficios de las tres opciones comentadas, podría ser la constitución
de un fondo cuyos saldos se inviertan en activos financieros, vinculados a fines
estratégicos, y que puedan ser transados en el mercado, con el fin de financiar
sectores económicos claves y garantizar retornos de la inversión.

En el caso de Prefinex, la crítca al gasto es más explícita:
cuestionan la sustentabilidad de una recaudación que depende en forma creciente
de la inflación y de precios internacionales récord, siendo éstos
una variable no controlable por el gobierno. Por ello, aseguran que “sería
peligroso que el gobierno utilizara estos ingresos, que podrían no ser
permanentes, para financiar gastos que la historia ha probado inflexibles a la
baja en tiempos de vacas flacas”. El llamado a la “prudencia fiscal”
se completa al hacer mención del panorama internacional turbulento. Según
los consultores, el gasto debe moderarse y no seguir creciendo más que
los ingresos. Toda una visión de la política fiscal.

Compartir:
Notas Relacionadas

Suscripción Digital

Suscríbase a Mercado y reciba todos los meses la mas completa información sobre Economía, Negocios, Tecnología, Managment y más.

Suscribirse Archivo Ver todos los planes

Newsletter


Reciba todas las novedades de la Revista Mercado en su email.

Reciba todas las novedades