FMI: “la Argentina caerá 16% este año y crecerá 1% el próximo”

Además, en el informe semestral sobre perspectivas económicas mundiales, el organismo señaló que los países latinoamericanos, en conjunto, decrecerán este año 0,6 por ciento, pero mejorarán 3 por ciento en 2003.

25 septiembre, 2002

En el caso puntual de Argentina, las proyecciones del organismo
crediticio con vistas al año que viene no coinciden con las
elaboradas por el Ministerio de Economía.

Según el proyecto de Presupuesto elaborado por el Palacio de
Hacienda, la economía local crecerá un 3 por ciento el año
entrante, mientras que el índice de inflación trepará al 22 por
ciento.

Tampoco hay coincidencia en el costo de vida, ya que para el
FMI, la inflación en Argentina será del 48 por ciento en 2003.

Para el organismo crediticio, ese índice llegará al 29 por
ciento en 2002, pero entre enero y septiembre de este año
ya se acumuló una inflación del 37,8 por ciento.

El Fondo Monetario Internacional cree que la “crisis trágica y sin precedentes” de la Argentina llevará al país a cerrar el año con una contracción económica del 20% acumulada en cuatro años.

“Eso es el doble de lo que ha registrado EE.UU. durante la Gran Depresión”, declaró Kenneth Rogoff, economista jefe del FMI.

“Evidentemente, la Argentina está en la bruma de una crisis trágica y sin precedentes”, dijo en una rueda de prensa al presentar el Panorama Económico Mundial-Septiembre 2002.

Ante las posibilidades abiertas el martes por el ministro de Economía Roberto Lavagna de que la Argentina no pagaría sus compromisos externos si no llega a un acuerdo con el FMI, Rogoff contestó con la respuesta que ha caracterizado la posición institucional en los pasados nueve meses de negociaciones.

“El Fondo está activamente comprometido con las autoridades (argentinas) tratando de armar un programa de desarrollo sostenible”, dijo.

Además, indicó que ese programa deberá “ayudar a la Argentina” a volver a la senda del desarrollo ya que contendrá “elementos claves que permitan un desarrollo sostenible y la adopción de un ancla monetaria y una forma transparente y uniforme de encarar los problemas del sistema bancario”.

“Es el marco de acción para la sustentabilidad en el mediano plazo”, dijo. “Esos esfuerzos continúan”.

David Robinson, subeconomista jefe del FMI, dijo al preguntársele sobre la posición de Lavagna de una cesación de pagos, que “no pronosticamos ese tipo de acontecimiento”.

En el informe, el FMI dijo que el PIB argentino cayó un 6% en el primer trimestre, con relación al trimestre previo, con una gran contracción en el consumo y las inversiones.

Argentina debe pagar en septiembre vencimientos de deuda con el FMI y el Banco Mundial por 329 millones de dólares. Recientemente ha estado girando pagos de deuda sobre las reservas internacionales, que llegan a casi 9500 millones.

El país tiene obligaciones por 1921 millones de dólares hasta diciembre. Pero con el crédito cerrado, el gobierno se verá en dificultades frente a los vencimientos, a menos que apele otra vez a las reservas.

Hacerlo las llevaría por debajo de los 9000 millones, el piso necesario para mantener estable la economía exigido por el FMI.

Lavagna dijo que antes de pagar compromisos en esas condiciones, seguiría más bien adelante con la ejecución de planes sociales presupuestados y la búsqueda de equilibrio de las economías provinciales.

“Esos dos objetivos son irrenunciables”, dijo. “La única manera de reconciliar las obligaciones externas con estos dos objetivos es alcanzar un acuerdo con el Fondo”.

En el caso puntual de Argentina, las proyecciones del organismo
crediticio con vistas al año que viene no coinciden con las
elaboradas por el Ministerio de Economía.

Según el proyecto de Presupuesto elaborado por el Palacio de
Hacienda, la economía local crecerá un 3 por ciento el año
entrante, mientras que el índice de inflación trepará al 22 por
ciento.

Tampoco hay coincidencia en el costo de vida, ya que para el
FMI, la inflación en Argentina será del 48 por ciento en 2003.

Para el organismo crediticio, ese índice llegará al 29 por
ciento en 2002, pero entre enero y septiembre de este año
ya se acumuló una inflación del 37,8 por ciento.

El Fondo Monetario Internacional cree que la “crisis trágica y sin precedentes” de la Argentina llevará al país a cerrar el año con una contracción económica del 20% acumulada en cuatro años.

“Eso es el doble de lo que ha registrado EE.UU. durante la Gran Depresión”, declaró Kenneth Rogoff, economista jefe del FMI.

“Evidentemente, la Argentina está en la bruma de una crisis trágica y sin precedentes”, dijo en una rueda de prensa al presentar el Panorama Económico Mundial-Septiembre 2002.

Ante las posibilidades abiertas el martes por el ministro de Economía Roberto Lavagna de que la Argentina no pagaría sus compromisos externos si no llega a un acuerdo con el FMI, Rogoff contestó con la respuesta que ha caracterizado la posición institucional en los pasados nueve meses de negociaciones.

“El Fondo está activamente comprometido con las autoridades (argentinas) tratando de armar un programa de desarrollo sostenible”, dijo.

Además, indicó que ese programa deberá “ayudar a la Argentina” a volver a la senda del desarrollo ya que contendrá “elementos claves que permitan un desarrollo sostenible y la adopción de un ancla monetaria y una forma transparente y uniforme de encarar los problemas del sistema bancario”.

“Es el marco de acción para la sustentabilidad en el mediano plazo”, dijo. “Esos esfuerzos continúan”.

David Robinson, subeconomista jefe del FMI, dijo al preguntársele sobre la posición de Lavagna de una cesación de pagos, que “no pronosticamos ese tipo de acontecimiento”.

En el informe, el FMI dijo que el PIB argentino cayó un 6% en el primer trimestre, con relación al trimestre previo, con una gran contracción en el consumo y las inversiones.

Argentina debe pagar en septiembre vencimientos de deuda con el FMI y el Banco Mundial por 329 millones de dólares. Recientemente ha estado girando pagos de deuda sobre las reservas internacionales, que llegan a casi 9500 millones.

El país tiene obligaciones por 1921 millones de dólares hasta diciembre. Pero con el crédito cerrado, el gobierno se verá en dificultades frente a los vencimientos, a menos que apele otra vez a las reservas.

Hacerlo las llevaría por debajo de los 9000 millones, el piso necesario para mantener estable la economía exigido por el FMI.

Lavagna dijo que antes de pagar compromisos en esas condiciones, seguiría más bien adelante con la ejecución de planes sociales presupuestados y la búsqueda de equilibrio de las economías provinciales.

“Esos dos objetivos son irrenunciables”, dijo. “La única manera de reconciliar las obligaciones externas con estos dos objetivos es alcanzar un acuerdo con el Fondo”.

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