<p>El ingreso femenino a la vida política será desde 2014 -no sea cosa de apresurar tiempos- y también podrán ser elegidas. No parece algo tan revolucionario como lo creen el monarca y su entorno. Por de pronto, desde hace años la parte “progre” de la familia sa’u venía bregando por reformas que sacasen al país del siglo XVIII. En rigor, los wahhabíes ocuparon el trono en el siglo XII de la Hégira (calendario islámico).<br />
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En realidad, el nuevo sistema terminará de instalarse recién en las elecciones de 2015. Abdullá, de 87 años, explicó que las mujeres –si sale alguna elegida ese año- ingresarán directamente en la Shurá. En otras palabras, los comicios de este mes todavía no las incorporan. Tampoco es para exagerar: tanto en el “parlamento” central como en los locales sólo se elige la mitad de las bancas. Las otras son designadas a dedo por el soberano.<br />
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Antes del anuncio formal, en junio, las reformas fueron aprobadas por la Shurá metropolitana por 81 votos en favor y 37 en contra. Propuesto originalmente hace cinco años, el cambio se postergaba arguyendo la supuesta dificultad para instalar cuartos obscuros separado por sexo. En rigor, el primer Califato (siglos VIII a XI de la era cristiana) era mucho más “feminista” que hoy Saudiarabia u Omán, el sultanato más viejo del Islam.<br />
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Hasta ahora, las riquezas petroleras y los generosos subsidios a los súbditos han evitado hechos como los acaecidos desde Marruecos hasta el golfo Pérsico. Particularmente, en Túnez, Libia, Egipto, Siria, Sudán o Bahrein. Pero hay un problema: los hidrocarburos se concentran en el oriente de la península y su mano de obra en mayoritariamente shi’í. Igual sucede en el convulsionado Bahrein, Kuwait, Qatar y la Unión de Emiratos Árabes.<br />
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Por otra parte, Kuwait, Qatar y parte de la UEA son mucho más abiertos a la participación pública femenina. Basta ver las cadenas qataríes al-Dyazira y al-Arabiya. En cuanto a medidas sociales, el gobierno de Riyadh informó que asignará unos US$ 95.000 millones a promover empleo y mejorar servicios públicos.<br />
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Nada será fácil, ni siquiera para Abdullá. En Saudiarabia, las mujeres no pueden trabajar, viajar, ver al médico, estudiar, casarse ni manejar autos sin permiso de familiares varones. Por supuesto, Estados Unidos, Gran Bretaña y Turquía –aliados clave- se apresuraron a apoyar la iniciativa del rey.</p>
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Finalmente las mujeres votarán en Saudiarabia
Probablemente para contener desbordes como los de la primavera árabe desde el Magreb hasta el sultanato de Omán, el adalid de la ortodoxia wahhabí cedió. El rey Abdullá ben Abdelaziz as-Saud hizo el anuncio ante la Shurá, el consejo consultivo.