Finalizó la cumbre del Mercosur

La reunión terminó con la conclusión de que hay que profundizar el bloque regional y de que es una opción irrevocable para el comercio exterior y la economía interna de sus miembros.

23 mayo, 2001

(EFE).- Con una reafirmación de la necesidad de profundizar la integración regional, la petición de una verdadera apertura de los mercados internacionales y el desafío para los gobiernos de hacer realidad el desarrollo social de sus pueblos, concluyó ayer (martes 22) en Buenos Aires el Foro Económico del Mercosur.

Durante las tres jornadas que duró el encuentro, funcionarios, empresarios y expertos debatieron sobre el presente y el futuro del Mercosur, que, pese a las imperfecciones que deberán ser limadas, es una opción irrevocable para sus miembros.

Varias fueron las voces que, como la del ministro de Relaciones Exteriores argentino, Adalberto Rodríguez Giavarini, pidieron “profundizar el Mercosur, dar solución a sus controversias y coordinar sus políticas macroeconómicas”.

“Para el Mercosur (queremos) un arancel externo común y decreciente, y una coordinación en nuestras posiciones cuando salimos al mundo, para tener un poder negociador” respaldado, pidió Rodríguez Giavarini durante la sesión plenaria final.

En el encuentro, organizado por el Fondo Económico Mundial (WEF, según siglas en inglés), tampoco faltaron las peticiones de los socios menores del bloque, Paraguay y Uruguay, que pidieron a la Argentina y a Brasil un “trato más igualitario”.

Sin embargo, la protesta que más se hizo sentir fue la que los socios del Mercosur hicieron, principalmente a Estados Unidos y a la Unión Europea (UE) por las trabas que imponen a la entrada de sus productos en sus mercados.

“La globalización para nosotros no existe. Existe un mercado global cuando nos hablan de patentes, pero no a la hora de abrirnos sus mercados”, sostuvo el presidente uruguayo, Jorge Batlle.

El mandatario, que reclamó que el mercado global sea “una avenida de doble sentido”, se quejó de que la UE se preocupa porque los gobiernos del Mercosur “atiendan a los derechos humanos”, pero no “dan cancha para que los países jueguen” y coloquen “el trabajo de sus pueblos” en sus mercados.

Batlle sostuvo que esta falta de apertura de los mercados imposibilita que la región crezca, lo cuál, consideró, es uno de los principales escollos para desarrollar “una agenda social” que atienda a las necesidades de los pueblos.

En este punto, el canciller chileno, José Miguel Insulza, discrepó con Batlle, al decir que no es cierto que la falta de apertura sea responsable del postergado desarrollo humano de la región.

Según Insulza, el problema está en que, aunque la globalización, “que es una realidad y un proceso irreversible”, haya traído un cierto crecimiento a los países de América latina, este beneficio “no se ha transferido al área social”.

En este aspecto, continuó el canciller, se torna “indispensable” la intervención del Estado, “beneficiando a los sectores más pobres, porque los beneficios no vienen por añadidura del mero crecimiento económico. Es necesaria la acción estatal”.

El ministro de Asuntos Exteriores de Paraguay, José Antonio Moreno Ruffinelli, sostuvo que no sólo es necesaria esta tarea del Estado a fin de lograr mejoras reales para la sociedad, sino que estas acciones deben estar coordinadas entre los gobiernos del Mercosur, donde 40% de la población es pobre.

“Sólo políticas y estrategias comunes harán posible una lucha contra la pobreza”, destacó Moreno Ruffinelli, quien admitió que, a pesar de los esfuerzos realizados, su gobierno no ha avanzado en la resolución de este problema social.

Otro de los aspectos destacados durante la última sesión plenaria del Foro Económico del Mercosur fue la necesidad de incluir dentro de la agenda social de la región el respeto por la ecología, a través del desarrollo sostenido y la inserción de las organizaciones de la sociedad civil en los ámbitos de discusión del bloque.

Al finalizar la exposición, Rodríguez Giavarini tuvo un encuentro con la prensa en el que reiteró que el Mercosur “es una opción estratégica” para la Argentina, un bloque desde el cual negociar, “de forma rápida y con mucha musculatura”, el acceso de los socios a otros mercados como Estados unidos y la UE.

El canciller recalcó una vez más que la Argentina negociará “desde el Mercosur” su entrada al Área de Libre Comercio de las Américas (Alca) y que con Brasil “hay diferencias, pero éstas se dialogan como lo hacen los hermanos, definiendo los tiempos de común acuerdo”.

(EFE).- Con una reafirmación de la necesidad de profundizar la integración regional, la petición de una verdadera apertura de los mercados internacionales y el desafío para los gobiernos de hacer realidad el desarrollo social de sus pueblos, concluyó ayer (martes 22) en Buenos Aires el Foro Económico del Mercosur.

Durante las tres jornadas que duró el encuentro, funcionarios, empresarios y expertos debatieron sobre el presente y el futuro del Mercosur, que, pese a las imperfecciones que deberán ser limadas, es una opción irrevocable para sus miembros.

Varias fueron las voces que, como la del ministro de Relaciones Exteriores argentino, Adalberto Rodríguez Giavarini, pidieron “profundizar el Mercosur, dar solución a sus controversias y coordinar sus políticas macroeconómicas”.

“Para el Mercosur (queremos) un arancel externo común y decreciente, y una coordinación en nuestras posiciones cuando salimos al mundo, para tener un poder negociador” respaldado, pidió Rodríguez Giavarini durante la sesión plenaria final.

En el encuentro, organizado por el Fondo Económico Mundial (WEF, según siglas en inglés), tampoco faltaron las peticiones de los socios menores del bloque, Paraguay y Uruguay, que pidieron a la Argentina y a Brasil un “trato más igualitario”.

Sin embargo, la protesta que más se hizo sentir fue la que los socios del Mercosur hicieron, principalmente a Estados Unidos y a la Unión Europea (UE) por las trabas que imponen a la entrada de sus productos en sus mercados.

“La globalización para nosotros no existe. Existe un mercado global cuando nos hablan de patentes, pero no a la hora de abrirnos sus mercados”, sostuvo el presidente uruguayo, Jorge Batlle.

El mandatario, que reclamó que el mercado global sea “una avenida de doble sentido”, se quejó de que la UE se preocupa porque los gobiernos del Mercosur “atiendan a los derechos humanos”, pero no “dan cancha para que los países jueguen” y coloquen “el trabajo de sus pueblos” en sus mercados.

Batlle sostuvo que esta falta de apertura de los mercados imposibilita que la región crezca, lo cuál, consideró, es uno de los principales escollos para desarrollar “una agenda social” que atienda a las necesidades de los pueblos.

En este punto, el canciller chileno, José Miguel Insulza, discrepó con Batlle, al decir que no es cierto que la falta de apertura sea responsable del postergado desarrollo humano de la región.

Según Insulza, el problema está en que, aunque la globalización, “que es una realidad y un proceso irreversible”, haya traído un cierto crecimiento a los países de América latina, este beneficio “no se ha transferido al área social”.

En este aspecto, continuó el canciller, se torna “indispensable” la intervención del Estado, “beneficiando a los sectores más pobres, porque los beneficios no vienen por añadidura del mero crecimiento económico. Es necesaria la acción estatal”.

El ministro de Asuntos Exteriores de Paraguay, José Antonio Moreno Ruffinelli, sostuvo que no sólo es necesaria esta tarea del Estado a fin de lograr mejoras reales para la sociedad, sino que estas acciones deben estar coordinadas entre los gobiernos del Mercosur, donde 40% de la población es pobre.

“Sólo políticas y estrategias comunes harán posible una lucha contra la pobreza”, destacó Moreno Ruffinelli, quien admitió que, a pesar de los esfuerzos realizados, su gobierno no ha avanzado en la resolución de este problema social.

Otro de los aspectos destacados durante la última sesión plenaria del Foro Económico del Mercosur fue la necesidad de incluir dentro de la agenda social de la región el respeto por la ecología, a través del desarrollo sostenido y la inserción de las organizaciones de la sociedad civil en los ámbitos de discusión del bloque.

Al finalizar la exposición, Rodríguez Giavarini tuvo un encuentro con la prensa en el que reiteró que el Mercosur “es una opción estratégica” para la Argentina, un bloque desde el cual negociar, “de forma rápida y con mucha musculatura”, el acceso de los socios a otros mercados como Estados unidos y la UE.

El canciller recalcó una vez más que la Argentina negociará “desde el Mercosur” su entrada al Área de Libre Comercio de las Américas (Alca) y que con Brasil “hay diferencias, pero éstas se dialogan como lo hacen los hermanos, definiendo los tiempos de común acuerdo”.

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