Grecia celebró en la mañana de hoy viernes un acuerdo “histórico” con la Eurozona ppara poner punto final a ocho años de crisis y afirmó que el país “da vuelta la hoja” para tener ahora una deuda que es “viable”.
Horas después de anunciarse en Luxemburgo, el propio primer ministro, Alexis Tsipras, celebró en Atenas un “acuerdo histórico”.
“Grecia ha pasado página y su deuda es ahora viable”, afirmó -por su lado- el portavoz del Gobierno, Dimitris Tzanakopoulos. “Creo que el pueblo griego puede sonreír, puede respirar de nuevo”.
La prensa y los analistas moderaban, no obstante, el optimismo, al indicar que el respeto a las obligaciones presupuestarias previstas exigirá una disciplina de hierro. Además, el país seguirá sometido a una estrecha vigilancia por parte de sus acreedores.
El 20 de agosto terminará el tercer paquete de ayuda a Grecia. Con eso termina, por ahora, la crisis de deuda del país. Pero el lento crecimiento económico que muestra y el oscuro panorama demográfico significan que aun sin las onerosas exigencias que acompañan a sus repagos, la batalla que afronta será dura.
El Banco Central Europeo, la Comisión Europea y el Fondo Monetario Internacional han transferido un total de 273.300 millones de euros. De ahora en adelante, el país podrá tomar prestado dinero de los mercados internacionales de capitales. Y así, uno de los momentos más dramáticos de la historia de la Unión Europea, la crisis de la deuda griega, llegará a su fin. La prolongada crisis llevó al euro al borde del colapso, partió a la Unión Europea y convirtió a Grecia en un país diferente.