A principios de mes Facebook reconoció que un grupo de compradores de avisos ligados a Rusia había gastado US$150.000 en avisos políticos durante la campaña presidencial de 2016. Pero es posible que hayan comprado más que eso, dice hoy Heather Timmons en Quartz, basándose en versiones que se filtraron sobre el testimonio a puertas cerradas que la compañía brindó al Congreso. Y es probable que esos avisos hayan tenido más impacto del que se supuso en un principio porque conducían a los usuarios a una gran cantidad de contenido adicional.
Los ejecutivos de Facebook se presentaron ante la Comisión de Inteligencia del Senado que investiga la interferencia de Rusia en la elección presidencial de 2016. Dos de las personas que informaron a Quartz sobre ese testimonio dijeron que Facebook comenzó en el otoño de este año (abril-mayo) a averiguar si los compradores de avisos rusos habían tratado de influir en la elección de 2016. La búsqueda inicial estaba orientada a compradores que ponían avisos potencialmente políticos y que o se autoidentificaban como rusos, que tenían el ruso como idioma, o que tenían una dirección IP rusa o que pagaron el aviso con rublos. Esa búsqueda encontró 2.000 avisos por un valor de US$ 50.000.
Después, Facebook “ahondó la investigación” dijo uno de los informantes, estudiando más a los compradores que había identificado en la búsqueda inicial. Eso destapó, el mes pasado, otros 3.000 avisos políticos por valor de US$ 100.000 que estaban ligados a la Internet Research Agency, una agencia rusa generadora de avisos provocadores.
Algunos miembros del Congreso creen, sin embargo, que Facebook todavía no ha cuantificado el problema en toda su magnitud. “Es muy probable que todavía se descubran otros avisos que pudieron haber condicionado la elección”, dijo uno. No es tan difícil esconder la dirección IP usando, por ejemplo PayPal o consiguiendo un VPN para convertir rublos en dólares. Los US$ 150.000 que dice Facebook pueden ser “los mangos bajitos”.
El testimonio de Facebook explicó también cómo el impacto de los avisos podría haber persistido mucho después de que dejaran de aparecer. No eran ni abiertamente anti Hillary ni abiertamente pro Trump, dijo el vocero. Algunos promovían el derecho a portar armas, otros hablaban de fronteras seguras, otros sobre el amor a los perros… pero todos conducían a los lectores que cliqueaban a ciertas páginas de Facebook. Si un usuario cliqueaba en “me gusta” luego enviaban regularmente una cantidad de contenido al muro de ese usuario.
A juzgar por el informe publicado en enero por agencias de inteligencia norteamericanas sobre lo que Rusia estaba intentando de lograr, el esfuerzo de propaganda se orientabna a “denigrar a Hillary Clinton y dañar sus posibilidades de ganar la presidencia”. Pero es imposible que alguien fuera de Facebook evalúe lo que esas páginas estaban haciendo porque Facebook las bajó de Internet. La compañía está compartiendo copias de los avisos de esas páginas con la comisión del Congreso y otros investigadores, informa Quartz.
Al aceptar entregar los avisos Facebook cambió marcadamente el tono de su declaración. Antes se había negado a permitir que el Congreso tuviera esos materiales argumentando violación de privacidad.
En una declaración, Mark Zuckerberg dijo hoy: “Seguiremos con nuestra investigación de lo que pasó en Facebook durante la campaña presidencial. Podríamos encontrar más cosas y, si eso ocurre, continuaremos trabajando con el gobierno”.