La marca más alta de los años recientes (+13% interanual), según se desprende del último informe del IERAL de la Fundación Mediterránea. Estos números suponen cierta regularización en la comercialización de todos los granos, especialmente de la soja, que viene mostrando un ritmo inusualmente bajo de operaciones en las últimas semanas, pero que deberá corregirse en algún momento de los próximos meses (los granos producidos siempre se venden).
Este crecimiento estimado en las exportaciones agroindustriales del año se explicaría completamente por suba de precios externos (+17,0%), dado que las cantidades exportadas se estarían reduciendo (en promedio) levemente (-3,4%).
La noticia se agrava considerando que, según el análisis de lo sucedido en últimos 4 años, desde 2019 hasta esta parte, se está colocando en el mercado externo la misma cantidad de productos (con algunos cambios de composición de canasta, por caso, se exporta más maíz y trigo, pero menos soja y derivados).
En cuanto a la liquidación de los exportadores nucleados en CIARACEC para lo que resta del año, una parte relevante de las exportaciones agroindustriales totales, considerando también saldos exportables y cierta normalización en la comercialización de granos, el flujo de dólares a ingresar en próximos 5 meses (agosto – diciembre) podría estar en el orden de los US$ 14,2 mil millones, un promedio de US$ 2,8 mil millones mensuales. Ahora bien, en caso de continuar muy ralentizada la venta de la soja, la cifra sería menor, probablemente no muy diferente a la observada el año pasado (US$ 12,6 mil millones, US$ 2,5 mil millones mensuales).