Evo Morales se suma a Lula en su visita a Buenos Aires
Junto a la presidenta argentina, los mandatarios discutirán la distribución del gas producido por Bolivia. La Quinta de Olivos será el escenario de una nueva cumbre energética.
Tuvo que ir el vicepresidente boliviano a Brasil y amenazar con que el gas no
alcanzaría este invierno, para que se definiera inmediatamente fecha y
lugar de la cumbre entre los tres presidentes. Será el próximo sábado
23, en Buenos Aires, aprovechando la visita de Estado del presidente Lula Da Silva.
Álvaro García Linera viajó recientemente a Brasil, junto
a una comitiva de funcionarios, y aseguró que este año no habrá
incremento de las exportaciones de gas natural para satisfacer la creciente
demanda de la industria brasileña. De inmediato, Evo Morales confirmó
en conferencia de prensa que la tan ansiada cumbre energética se realizaría
en menos de 10 días. “Vamos a estudiar en forma conjunta una solución
y buscar cierto equilibrio en la distribución de gas”, sostuvo el
primer mandatario boliviano, repitiendo las mismas palabras proferidas hace
menos de un mes, cuando, también en Buenos Aires, se reunió con
la presidenta argentina para abrir los primeros sobres de la licitación
internacional para la construcción del Gasoducto del Noreste Argentino,
que deberá transportar 20 millones de metros cúbicos diarios (MMCD)
de gas natural, un volumen imposible de producir hoy por Bolivia.
En conferencia de prensa en La Paz, Morales explicó que “los contratos
no siempre se pueden cumplir fácilmente”; aunque aseguró
que “los problemas se pueden resolver cuando se tratan con transparencia,
sinceridad y complementariedad entre naciones amigas y vecinas.”
La producción boliviana de gas natural se prevé que alcanzará
los 42 MMCD en 2008, un volumen insuficiente para cumplir con los 6 MMCD que
demanda el mercado interno, los 30 MMCD que requiere Brasil y los 7,7 MMCD acordados
hoy con Argentina. En efecto, nuestro país está recibiendo actualmente
un volumen que oscila entre los 2 y 4 MMCD.
El problema se presentará durante el invierno, cuando la demanda estacional
alcanza picos debido al uso residencial del gas. La matriz energética
argentina es altamente dependiente de este recurso. Al punto que su uso representa
49% de las energías secundarias del país. El problema resulta
más complejo al considerar que la mitad de la generación de energía
eléctrica depende de las centrales que se abastecen a gas, incluso las
nuevas centrales que el gobierno prevé terminar este año para
aumentar el parque eléctrico nacional. En las épocas de frío,
el gas resulta insuficiente para abastecer a las industrias, las casas y las
centrales térmicas.
Los envíos de gas boliviano apenas representan un aproximado 5% del
total demandado localmente, pero Argentina ve caer su producción y reservas
de gas desde hace varios años, al punto que el horizonte del recurso
no supera los 7 años.
Después de la nacionalización del 1° de mayo de 2006, la
producción en Bolivia no ha podido responder a la demanda establecida
en diferentes contratos de suministro. Por ello, el gobierno boliviano precisa
rápidamente de inversiones en exploración y explotación
de sus recursos. En el reciente viaje que hizo una delegación encabezada
por su vicepresidente a Brasil, analizaron junto a directivos de la petrolera
estatal brasileña Petrobrás las condiciones de las inversiones
de esta compañía en aquel país, en particular en los mega
campos de San Alberto y San Antonio, principales caballitos de batalla de la
nacionalización boliviana. Después del congelamiento de las relaciones
en materia energética, la petrolera anunció a fines del año
pasado que retomará las inversiones en el país.
Evo Morales asegura que este año se invertirán en total unos
US$ 1.200 millones en todo el sector. Pero será necesario mucho más
en los próximos años, para lograr la necesaria duplicación
de la producción. Este tema también será parte de la discusión
tripartita.
Cuando Evo Morales llegue al país, será el último día
de una visita de Estado del presidente brasilero, Lula Da Silva, que comenzará
el jueves 21 por la noche y terminará el mismo sábado.
Tuvo que ir el vicepresidente boliviano a Brasil y amenazar con que el gas no
alcanzaría este invierno, para que se definiera inmediatamente fecha y
lugar de la cumbre entre los tres presidentes. Será el próximo sábado
23, en Buenos Aires, aprovechando la visita de Estado del presidente Lula Da Silva.
Álvaro García Linera viajó recientemente a Brasil, junto
a una comitiva de funcionarios, y aseguró que este año no habrá
incremento de las exportaciones de gas natural para satisfacer la creciente
demanda de la industria brasileña. De inmediato, Evo Morales confirmó
en conferencia de prensa que la tan ansiada cumbre energética se realizaría
en menos de 10 días. “Vamos a estudiar en forma conjunta una solución
y buscar cierto equilibrio en la distribución de gas”, sostuvo el
primer mandatario boliviano, repitiendo las mismas palabras proferidas hace
menos de un mes, cuando, también en Buenos Aires, se reunió con
la presidenta argentina para abrir los primeros sobres de la licitación
internacional para la construcción del Gasoducto del Noreste Argentino,
que deberá transportar 20 millones de metros cúbicos diarios (MMCD)
de gas natural, un volumen imposible de producir hoy por Bolivia.
En conferencia de prensa en La Paz, Morales explicó que “los contratos
no siempre se pueden cumplir fácilmente”; aunque aseguró
que “los problemas se pueden resolver cuando se tratan con transparencia,
sinceridad y complementariedad entre naciones amigas y vecinas.”
La producción boliviana de gas natural se prevé que alcanzará
los 42 MMCD en 2008, un volumen insuficiente para cumplir con los 6 MMCD que
demanda el mercado interno, los 30 MMCD que requiere Brasil y los 7,7 MMCD acordados
hoy con Argentina. En efecto, nuestro país está recibiendo actualmente
un volumen que oscila entre los 2 y 4 MMCD.
El problema se presentará durante el invierno, cuando la demanda estacional
alcanza picos debido al uso residencial del gas. La matriz energética
argentina es altamente dependiente de este recurso. Al punto que su uso representa
49% de las energías secundarias del país. El problema resulta
más complejo al considerar que la mitad de la generación de energía
eléctrica depende de las centrales que se abastecen a gas, incluso las
nuevas centrales que el gobierno prevé terminar este año para
aumentar el parque eléctrico nacional. En las épocas de frío,
el gas resulta insuficiente para abastecer a las industrias, las casas y las
centrales térmicas.
Los envíos de gas boliviano apenas representan un aproximado 5% del
total demandado localmente, pero Argentina ve caer su producción y reservas
de gas desde hace varios años, al punto que el horizonte del recurso
no supera los 7 años.
Después de la nacionalización del 1° de mayo de 2006, la
producción en Bolivia no ha podido responder a la demanda establecida
en diferentes contratos de suministro. Por ello, el gobierno boliviano precisa
rápidamente de inversiones en exploración y explotación
de sus recursos. En el reciente viaje que hizo una delegación encabezada
por su vicepresidente a Brasil, analizaron junto a directivos de la petrolera
estatal brasileña Petrobrás las condiciones de las inversiones
de esta compañía en aquel país, en particular en los mega
campos de San Alberto y San Antonio, principales caballitos de batalla de la
nacionalización boliviana. Después del congelamiento de las relaciones
en materia energética, la petrolera anunció a fines del año
pasado que retomará las inversiones en el país.
Evo Morales asegura que este año se invertirán en total unos
US$ 1.200 millones en todo el sector. Pero será necesario mucho más
en los próximos años, para lograr la necesaria duplicación
de la producción. Este tema también será parte de la discusión
tripartita.
Cuando Evo Morales llegue al país, será el último día
de una visita de Estado del presidente brasilero, Lula Da Silva, que comenzará
el jueves 21 por la noche y terminará el mismo sábado.
