Europa está afectada por el flagelo de la deflación y necesita una hoja de ruta para salir. El plan japonés, que si bien no ha logrado todavía el crecimiento económico que buscaba – la tercera flecha — muestra avances en las otras dos. Los estímulos fiscales y la flexibilización monetaria continúan. La estrategia de crecimiento, de todos modos, avanza.
Por eso, si Abenomía logra finalmente avance en las tres direcciones que se propuso hace dos años, y lleva prosperidad material a la isla asiática, Los países de la Comunidad Europea seguramente prestarán atención.
Primero, debe ser audaz, dejar que caiga la moneda, enfocarse en la inflación y controlar su cango central. Si hiciera todo eso hay una posibilidad de que pudiera salir del lío en que se encuentra inmersa.
Japón y la eurozona, como también otras grandes economías europeas como Gran Bretaña, tienen mucho en común. Han llegado a la madurez, son países altamente industrializados como mucha riqueza pero no mucho crecimiento.