El rescate genera dudas en Berlín, porque recapitalizará una banca que por décadas sirvió como refugio –casi un paraíso fiscal– para las grandes fortunas rusas. Alemania lanzó la idea de que contribuyan al rescate quienes tengan más de 100.000 euros en depósitos en algún banco chipriota, algo que el Gobierno de Nicosia quiere evitar para no alimentar la fuga de capitales que ya sufre. Berlín teme que si la recapitalización de la banca se hace sin pérdidas para los depositantes, la Eurozona estaría, indirectamente, impidiendo que las grandes fortunas rusas sufrieran pérdidas.
El gobierno del reciente presidente electo de Chipre, Nicos Anastasiades, ha prometido asegurar un rescate financiero diciendo que su prioridad número uno es restaurar la credibilidad de Chipre.
En la misma reunión, Portugal busca renegociar partes de su propio rescate. Se supone que el eurogrupo va a evaluar el rescate a Portugal con la posibilidad de que el país logra más plazo para repagar los préstamos que ya recibió.
A la República de Irlanda también se le otorgarían términos más laxos para el repago de sus préstamos.