Bruselas está planeando golpear a las grandes multinacionales tecnológicas como Google, Facebook y Apple con un gran impuesto digital que se aplicaría sobre los ingresos que generan en la Unión Europea.
El impuesto proyectado será de 3% sobre las ganancias publicitarias de Google, sobre las tarifas cobradas a usuarios y suscriptores por servicios como Spotify y a los ingresos obtenidos por empresas que venden datos a terceros.
El proyecto seguramente generará enojo en los grupos tecnológicos y también la resistencia de países como Irlanda y Luxemburgo, que atraen a las tecnológicas norteamericanas con bajos impuestos.
En el texto del proyecto, la comisión hace notar que mientras las empresas tradicionales vienen pagando una tasa de 23,3%, las digitales pagan un promedio de 9,5%.
La idea de gravar facturación en lugar de ventas cuenta con el apoyo de Francia y Gran Bretaña, una rara coincidencia que refleja el creciente clima en Europa a favor de mayores impuestos a las norteamericanas.