<p>Otros senadores, en cambio, preferirían reducirla. Sea como fuere, el candidato presidencial oficialista tiene razón: el alza de hidrocarburos y las inundaciones en Estados Unidos tornan el subsidio al etano de maíz en inviable. Mucho más conveniente es importar etanol brasileño de caña, bastante más barato.</p>
<p>La demanda norteamericana de biomasa, entretanto, crecerá en línea con la ley de autonomía y seguridad en combustibles (2007), alambicado eufemismo por promoción de sustitutos no fósiles. Brasil también está interesado en vender más a la Unión Europea y Japón. No obstante, justo cuando su etanol –basado en caña de azúcar- se perfila como una forma de abrir brechas en la dependencia de hidrocarburos, su sector es objeto de acusaciones.</p>
<p>Ciertos grupos de activistas (algunos de ellos financiados por las grandes petroleras) culpan a los biocombustibles de elevar precios de alimentos. Como si los crudos a más de US$ 145 el barril no existiesen. A su vez, los ambientalistas sostienen que los productores brasileños han talado bosques para plantar caña, así como los argentinos destruyen el humus sobresembrando soya. “Más prosaicos –apunta el ‘Economist’-, algunos funcionarios estadounidenses se preguntan cuánto etanol puede exportar Brasil”.</p>
<p>Sucede que la demanda sube rápido también en la mayor economía latinoamericana, pues 90% de sus vehículos nuevos tienen motores que mezclan nafta o gasoil con etanol. Aun así, el producto sigue barato. Primero, porque está incrementándose la capacidad de producción. Segundo, porque los refinadores cifran esperanzas en los mercados externos. Tercero y principal, porque calculan el 30% de descuento respecto de la nafta, cuyo precio no ha cambiado en tres años por decisión gubernamental (algo que Argentina no puede hacer porque le falta una empresa estatal testigo, como Petrobrás.</p>
<p>Este año, Brasil exportará alrededor de 3.000 millones de litros a EE.UU. Pero este mercado depende de que el maíz siga tan alto en Chicago como para que el combustible absorba –sin perder rentabilidad- los gravámenes que ahora quiere eliminar McCain. En 2007, el cuadro era muy distinto y podrían volver a cambiar en 2009. En otras palabras, Brasil podría expandir más su producción, si los mercados no fuesen tan volátiles e imprevisibles.</p>
<p>En lo tocante a contaminación, el etanol de caña es mucho más verde que el de maíz: rinde 8,2 veces en términos energéticos, comparado con el 1,5 de su rival. Otro argumento muy traqueteado es el presunto arrasamiento forestal para plantar caña en Amazonia, pero el grueso de explotaciones está a miles de kilómetros, en los estados de San Pablo o el noreste. Son tierras originariamente ganaderas o destinadas a otros cultivos.</p>
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Etanol en Brasil: barato, quizá menos dañino que el norteamericano
Estados Unidos contempla desgravar el etanol brasileño. Pero la industria sigue siendo objeto de críticas equivocadas. Por su parte, John McCain cree que esa tasa de 14,2 centavos por litro debiera ser eliminada porque ya no se justifica.