Los altos ejecutivos de su administración se reunieron dos veces esta semana para decidir si Estados Unidos debe abandonar el acuerdo de Naciones Unidas firmado en diciembre 2015. En él el presidente Obama prometía reducir para el 2025 la emisión de gases de invernadero de 26% a 28% con respecto a los niveles vigentes en 2005. Las opiniones están divididas. Algunos se inclinan por la retirada, otros por quedarse pero renegociando la promesa.
El sábado Trump dijo que tomará una “gran decisión” sobre París en las próximas dos semanas y prometió terminar con un sistema global de saqueo a expensas de Estados Unidos.
Paul Bledsoe, quien fue asesor de clima de la Casa Blanca durante la presidencia de Bill Clinton y en la actualidad es profesor en el Center for Environmental Policy de la American University, advirtió que la administración podría afrontar serios ataques del exterior si Trump busca retirarse del acuerdo.
“El equipo de Trump parece ignorar que la protección climática es hoy vista por los principales aliados y naciones de todo el mundo como una medida clave de actitud moral y diplomática”, dijo Bledsoe en un email. “Estados Unidos podría correr el riesgo de convertirse en un paria en la escena internacional retirándose del acuerdo de París, e incluso la actitud de permanecer técnicamente dentro del acuerdo pero ignorar la mayoría de sus condiciones sería mejor que retirarse.”