España rechazó un arbitraje sobre el caso Pinochet
La Cancillería española expresó su opinión por medio de una carta. En otra misiva, el dictador convocó a la unidad chilena y lamentó el dolor causado por su régimen.
El canciller español, Abel Matutes, confirmó a través de una carta a su par de Chile, Juan Gabriel Valdés, que el gobierno de José María Aznar “no tiene margen de maniobra” para llevar el caso Pinochet a un arbitraje internacional. Al respecto, el presidente chileno, Eduardo Frei, sostuvo que “el gobierno español ha cambiado su posición” sobre la extradición del senador vitalicio, y que “es evidente que están actuando con otros intereses”. Mientras tanto, Augusto Pinochet llamó ayer a la unidad de Chile a través de una misiva enviada desde Londres, en la que “desde el límite” de sus fuerzas exhortó implícitamente a los militares chilenos a aportar los datos que tengan sobre los desaparecidos. La carta, leída por el senador Andrés Zaldívar durante una sesión especial en la Cámara alta, contenía un arrepentimiento de parte de Pinochet; allí lamentó por primera vez el “dolor de quienes han sufrido todas las situaciones de beligerancia y hechos de violencia que los causaron”.
(Página/12, La Prensa)
El canciller español, Abel Matutes, confirmó a través de una carta a su par de Chile, Juan Gabriel Valdés, que el gobierno de José María Aznar “no tiene margen de maniobra” para llevar el caso Pinochet a un arbitraje internacional. Al respecto, el presidente chileno, Eduardo Frei, sostuvo que “el gobierno español ha cambiado su posición” sobre la extradición del senador vitalicio, y que “es evidente que están actuando con otros intereses”. Mientras tanto, Augusto Pinochet llamó ayer a la unidad de Chile a través de una misiva enviada desde Londres, en la que “desde el límite” de sus fuerzas exhortó implícitamente a los militares chilenos a aportar los datos que tengan sobre los desaparecidos. La carta, leída por el senador Andrés Zaldívar durante una sesión especial en la Cámara alta, contenía un arrepentimiento de parte de Pinochet; allí lamentó por primera vez el “dolor de quienes han sufrido todas las situaciones de beligerancia y hechos de violencia que los causaron”.
(Página/12, La Prensa)
