España calafatea sus cajas de ahorro, pero no del todo
Apurada por salvar sus tambaleantes bancas populares, Madrid arriesga dejar las cosas por la mitad. Caso típico: la fusión de Caja de Ahorros del Mediterráneo con tres entidades menores, para generar un grupo con activos por 135.000 millones.
27 mayo, 2010
<p>El esquema, empero, les permitiría a las menores mantener separadas agencias y dotaciones laborales. “Será una solución a medias que no reducirá costos lo suficiente”, sostiene Íñigo Lecubarri, que maneja –pero desde Londres, dato curioso- el fondo Ábaco Finanzas. “Este tipo de fusiones exige ante todos recortar gastos”. <br />
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En medio de una crisis financiera (déficit por 9,3% del producto bruto interno) y social (desempleo de 20,5%), desesperada por salir del brete, Madrid presiona para fusionar cajas que, como prestamistas, inflaron una burbuja de malas hipotecas. Esta masa representa la mitad de créditos pendientes en el sistema privado. <br />
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El Banco de España (central) busca que la incorporación de entes más fuertes licúe las malas acreencias a sus eventuales socios. El magín de las autoridades concibió una esperanza: el procedimiento debiera allanar la senda a la recuperación financiera de un país agobiado por el rojo fiscal. Pero reunir prestamistas sin disminuir su personal ni cerrar sucursales parece un despropósito. <br />
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Oculta durante años de propaganda, tanto propia como estatal, la verdadera situación de los bancos queda en evidencia por las crisis griega y portuguesa. En rigor, las proyecciones de déficit para este año son idénticas en ambas economías y provienen de igual fuente, la comisión europea. <br />
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Esta semana, para peor, se confirmó que el BdeE había intervenido CajaSur por rechazar la fusión con Unicaja, un prestamista de mayor volumen y todavía rentable. Pero CajaSur (Córdoba) estaba controlada por la iglesia católica local y, dados los nexos entre la jerarquía y el franquista partido Popular, su jefe Mariano Rajoy de inmediato pidió la renuncia del primer ministro José Luis Rodríguez Zapatero, aunque pretextando el duro y poco plausible ajuste ortodoxo decretado por el gobierno.<br />
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El emisor destituyó la conducción y puso CajaSur bajo control de un fondo estatal, con facultades para invertir unos € 99.000 millones en salvamentos bancarios. Arruinada por imprudentes préstamos inmobiliarios, la piadosa entidad afrontaba en marzo 8,3% de insolvencias sobre la cartera crediticia, contra apenas 1,9% a fin de 2007. <br />
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