Entre Brasil y EE.UU., la clave es económica
Un típico faux pas norteamericano tratar de satelizar militarmente a Colombia- enmascara la cuestión real: los roces entre Washington y Brasilia. Pero éstos son, por su parte, de naturaleza geoeconómíca y se cifran en los hidrocarburos.
10 agosto, 2009
<p>La potencia sudamericana, en efecto, se apresta a controlar recientes descubrimientos petroleros más allá de la plataforma submarina al sudeste del litoral. El plan alarma tanto a EE.UU. como a Gran Bretaña (el área Malvinas está justo al sur (algo que Argentina debiera tener presente) y al poderoso “lobby” petrolero privado en ambos países y Holanda. <br />
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El gobierno de Luiz Inácio da Silva desea aumentar la relevancia de Petróleos Brasileiros (Petrobrás). Pero fuentes norteamericanas y la propia Organización de Países Exportadores (OTAN), manejada por Saudiarabia, sostienen que Brasil adoptará estrategias comunes en Levante y otras zonas. En realidad, se relacionan con el modelo ruso: las compañías privadas o semiestatales suscriben convenios que otorgan la mayoría de cada explotación al país donde están los yacimientos.<br />
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La semana pasada, un comité de expertos elevó al presidente una serie de recomendaciones. Antes de terminar agosto, pues, el poder ejecutivo contempla remitir al Congreso un proyecto de reformas a la legislación petrolera. Por supuesto, los cabilderos del negocio internacional prefieren que se mantenga el sistema actual de licitaciones. <br />
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Pero éstas están suspendidas desde 2007, precisamente para evitar nuevos postores. En este punto, surgen dos cuestiones. Una es política, se vincula con las elecciones de 2010 y a la necesidad de que el partido Laborista retenga la presidencia. Otra es, si se quiere, hemisférica: ir desplazando la influencia estadounidense por la brasileña al sur de Panamá. O del istmo de Tehuantepec, si Washington añade al error colombiano la pasividad en Honduras.<br />
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Con Venezuela como “libero” interfiriendo las movidas norteamericanas pero sin molestar a Brasil, EE.UU. y Gran Bretaña disponen de Colombia, Perú, Guyana, Trinidad-Tobago, etc. Pero no cuenta con una potencia petrolera como la brasileña. Si su gobierno no estuviese atado a los vaivenes de Néstor Kirchner -con cada día menos amigos-, Argentina podría jugar esa partida.</p>
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