El Ministerio de Economía anunció la reapertura parcial de las exportaciones de carne, suspendidas a principios de marzo en medio de una dura disputa con sectores ganaderos por aumentos en los precios.
La medida coincidió con la baja sostenida que registraron los precios de la hacienda en pie en Liniers y con el paro que organizaban desde el interior los representantes del sector.
Más temprano, el presidente Néstor Kirchner había recibido en Casa de Gobierno a dirigentes de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), una de las entidades que mostró mayor oposición a las restricciones oficiales.
El encuentro, del que participaron además la ministra de Economía Felisa Miceli y el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, sirvió para distender las relaciones entre el Gobierno y sectores ganaderos, que en las últimas semanas realizaron varias asambleas y protestas en reclamo de una reapertura de las exportaciones.
Según se informó oficialmente, la medida permitirá vender al exterior hasta un 40% del total exportado entre el 1º de junio y el 30 de noviembre del año pasado, con el objetivo de “no desabastecer el mercado interno”. Además, libera en su totalidad las exportaciones de menudencias y subproductos.
“Como ya bajó el precio de la carne vacuna en Liniers un 30% y entre un 12 y un 14% para el consumidor final, el objetivo de evitar un alza inflacionaria está cumplido, por lo que no hay que seguir demorando la reapertura de las exportaciones”, explicaron voceros de Economía.
El Gobierno había decidido suspender las ventas de carne al exterior en marzo, con el objetivo de aumentar la oferta interna y frenar la suba de los precios.
El Ministerio de Economía anunció la reapertura parcial de las exportaciones de carne, suspendidas a principios de marzo en medio de una dura disputa con sectores ganaderos por aumentos en los precios.
La medida coincidió con la baja sostenida que registraron los precios de la hacienda en pie en Liniers y con el paro que organizaban desde el interior los representantes del sector.
Más temprano, el presidente Néstor Kirchner había recibido en Casa de Gobierno a dirigentes de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), una de las entidades que mostró mayor oposición a las restricciones oficiales.
El encuentro, del que participaron además la ministra de Economía Felisa Miceli y el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, sirvió para distender las relaciones entre el Gobierno y sectores ganaderos, que en las últimas semanas realizaron varias asambleas y protestas en reclamo de una reapertura de las exportaciones.
Según se informó oficialmente, la medida permitirá vender al exterior hasta un 40% del total exportado entre el 1º de junio y el 30 de noviembre del año pasado, con el objetivo de “no desabastecer el mercado interno”. Además, libera en su totalidad las exportaciones de menudencias y subproductos.
“Como ya bajó el precio de la carne vacuna en Liniers un 30% y entre un 12 y un 14% para el consumidor final, el objetivo de evitar un alza inflacionaria está cumplido, por lo que no hay que seguir demorando la reapertura de las exportaciones”, explicaron voceros de Economía.
El Gobierno había decidido suspender las ventas de carne al exterior en marzo, con el objetivo de aumentar la oferta interna y frenar la suba de los precios.