En una Bolivia convulsionada, Morales anuncia nuevas reservas de gas

Se encuentran en el sur del país, en campos que explota la petroleraespañola Repsol YPF.

7 diciembre, 2007

Según un senador del opositor Podemos, podría ser “la noticia
del siglo para Chuquisaca, para Bolivia y para los países que están
en una crisis energética, como Argentina, que en 2011 se le acaba su gas”.

El presidente boliviano, Evo Morales, anunció junto a directivos de
Repsol YPF, el hallazgo de recursos gasíferos en el pozo Huacaya X-1,
en la provincia Luis Calvo del departamento de Chuquisaca, cerca del límite
con la región de Tarija.

Durante el anuncio, también estuvieron presentes el ministro de Hidrocarburos
de Bolivia, Carlos Villegas; el presidente de Repsol Bolivia, Luis García
Sánchez; y el director de Exploración de Repsol YPF Argentina,
Tomás García Blanco.

Huacaya X-1 linda con el “megacampo” Margarita, situado en la región
de Tarija, también administrado por la petrolera española. Si
bien en la actualidad todavía se realizan pruebas para saber la cantidad
de producción del pozo y la prueba de laboratorio llamada de PLT que
permitirá calcular las reservas existentes en el nuevo yacimiento, en
Chuquisaca se llenan de optimismo.

Las autoridades departamentales creen que Huacaya X-1 puede llegar a ser otro
“megacampo” de gas. El senador del opositor partido Podemos, Fernando
Rodríguez, destacó hace algunas semanas que ésta podría
ser “la noticia del siglo para Chuquisaca, para Bolivia y para los países
que están en una crisis energética, como Argentina, que el 2011
se le acaba su gas”, según informó la Agencia Boliviana de
Información (ABI).

Los trabajos de perforación en este pozo, que forma parte del bloque
Caipipendi, los inició Repsol en junio de 2006, con una inversión
de US$ 50 millones. Las perforaciones en la roca viva alcanzaron una profundidad
de 4.800 metros. De acuerdo con los últimos estudios, la gran presión
interna del nuevo pozo posibilitaría una fácil explotación
de sus recursos.

Cerca de 100 operarios expertos trabajan en este pozo, cuya perforación
avanzó a un ritmo de 20 a 25 metros día. El emplazamiento de la
torre duró 448 días.Según datos del diario boliviano “La
Razón”, esta reserva, limítrofe con el megacampo Margarita,
podría abarcar incluso parte del territorio tarijeño.

Bolivia es considerada como una gran fuente energética, sobre todo
de gas, por países como Chile, Argentina y Brasil. Marco Aurelio García,
asesor internacional del presidente brasilero, Lula Da Silva, explicó
que Bolivia, atravesada “por un proceso con rasgos de movimiento revolucionario
en el sentido tradicional” (impulso de cambios radicales “desde abajo”),
enfrenta, en torno al problema de la Asamblea Constituyente, conflictos regionales
que pueden culminar en una “guerra civil”.

Uno de los motivos de esta disgregación regional es el reparto de la
renta petrolera y gasífera. Chuquisaca, junto a otros cinco de los nueve
departamentos bolivianos (Santa Cruz, Tarija, Beni, Cochabamba y Pando), aportan
80% del PBI del país, fundamentalmente por su producción hidrocarburífera.
Según las nuevas disposiciones constitucionales que el oficialismo del
MAS busca aplicar, estas ricas provincias verían recortados 30% de los
ingresos que reciben por el Impuesto Directo al Hidrocarburo (unos US$ 700 millones),
en beneficio del Estado nacional, para pagar la “renta dignidad”,
que demandaría cerca de US$ 200 millones anuales para repartir entre
más de 220.0000 ancianos.

Para el presidente Morales, la medida se justifica ya que “más
de 60 y 70 por ciento de los recursos del IDH se seguirá invirtiendo
en obras”, pero que también “esos recursos naturales tienen
que llegar al bolsillo de la gente que necesita”.

Según un senador del opositor Podemos, podría ser “la noticia
del siglo para Chuquisaca, para Bolivia y para los países que están
en una crisis energética, como Argentina, que en 2011 se le acaba su gas”.

El presidente boliviano, Evo Morales, anunció junto a directivos de
Repsol YPF, el hallazgo de recursos gasíferos en el pozo Huacaya X-1,
en la provincia Luis Calvo del departamento de Chuquisaca, cerca del límite
con la región de Tarija.

Durante el anuncio, también estuvieron presentes el ministro de Hidrocarburos
de Bolivia, Carlos Villegas; el presidente de Repsol Bolivia, Luis García
Sánchez; y el director de Exploración de Repsol YPF Argentina,
Tomás García Blanco.

Huacaya X-1 linda con el “megacampo” Margarita, situado en la región
de Tarija, también administrado por la petrolera española. Si
bien en la actualidad todavía se realizan pruebas para saber la cantidad
de producción del pozo y la prueba de laboratorio llamada de PLT que
permitirá calcular las reservas existentes en el nuevo yacimiento, en
Chuquisaca se llenan de optimismo.

Las autoridades departamentales creen que Huacaya X-1 puede llegar a ser otro
“megacampo” de gas. El senador del opositor partido Podemos, Fernando
Rodríguez, destacó hace algunas semanas que ésta podría
ser “la noticia del siglo para Chuquisaca, para Bolivia y para los países
que están en una crisis energética, como Argentina, que el 2011
se le acaba su gas”, según informó la Agencia Boliviana de
Información (ABI).

Los trabajos de perforación en este pozo, que forma parte del bloque
Caipipendi, los inició Repsol en junio de 2006, con una inversión
de US$ 50 millones. Las perforaciones en la roca viva alcanzaron una profundidad
de 4.800 metros. De acuerdo con los últimos estudios, la gran presión
interna del nuevo pozo posibilitaría una fácil explotación
de sus recursos.

Cerca de 100 operarios expertos trabajan en este pozo, cuya perforación
avanzó a un ritmo de 20 a 25 metros día. El emplazamiento de la
torre duró 448 días.Según datos del diario boliviano “La
Razón”, esta reserva, limítrofe con el megacampo Margarita,
podría abarcar incluso parte del territorio tarijeño.

Bolivia es considerada como una gran fuente energética, sobre todo
de gas, por países como Chile, Argentina y Brasil. Marco Aurelio García,
asesor internacional del presidente brasilero, Lula Da Silva, explicó
que Bolivia, atravesada “por un proceso con rasgos de movimiento revolucionario
en el sentido tradicional” (impulso de cambios radicales “desde abajo”),
enfrenta, en torno al problema de la Asamblea Constituyente, conflictos regionales
que pueden culminar en una “guerra civil”.

Uno de los motivos de esta disgregación regional es el reparto de la
renta petrolera y gasífera. Chuquisaca, junto a otros cinco de los nueve
departamentos bolivianos (Santa Cruz, Tarija, Beni, Cochabamba y Pando), aportan
80% del PBI del país, fundamentalmente por su producción hidrocarburífera.
Según las nuevas disposiciones constitucionales que el oficialismo del
MAS busca aplicar, estas ricas provincias verían recortados 30% de los
ingresos que reciben por el Impuesto Directo al Hidrocarburo (unos US$ 700 millones),
en beneficio del Estado nacional, para pagar la “renta dignidad”,
que demandaría cerca de US$ 200 millones anuales para repartir entre
más de 220.0000 ancianos.

Para el presidente Morales, la medida se justifica ya que “más
de 60 y 70 por ciento de los recursos del IDH se seguirá invirtiendo
en obras”, pero que también “esos recursos naturales tienen
que llegar al bolsillo de la gente que necesita”.

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