En Turquía, 58% ha votado por limitar el poder militar
El referendo también abarca en poder judicial y su tono europeísta representa una indiscutible victoria para el primer ministro Recep Tayyip Erdogan. Cae, en efecto, la constitución que las fuerzas armadas impusieron hace justo treinta años.
<p>Aun sin cifras oficiales, en general los medios coinciden en que el partido pro justicia y desarrollo (AKP, musulmán moderado) logró 58% del voto.. De paso, las reformas cumplen un requisito clave para que Bruselas destrabe negociaciones claves con Ankara: reducir la injerencia de los militares en la república.<br />
Pero la cúpula de la Unión Europea se limitó a calificar el plebiscito como “un paso en la dirección correcta”. Nada más. Para no dejar dudas, un comunicado de la comisión europea señala que “todavía faltan muchas reformas”.<br />
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Desde la sede del AKP en Estambul (Constantinopla), Erdögan sostuvo que “el referendo envía un claro mensaje a quienes aún sueñan con golpes castrenses”. Pero el premier también criticó la cerrazón europea, obra –afirman en su entorno- de presiones polacas, lituanas, vaticanas, etc., contra la entrada a la UE de un país con 72 millones de islámicos. Sólo Alemania contaría con mayor población si Turquía ingresase en el espacio europeo.<br />
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Desde que el AKP alcanzó el poder en 2002, su adhesión al Islam irrita a un ejército que se considera custodio del legado laico que Mustafá Kemal Ataturk (padre de los turcos), construyó en 1923/38. Resulta curioso que el islámico Erogan inquiete tanto al papado y a su operador político en la UE, Polonia. Ahora, la reforma levanta la inmunidad de los golpistas procesados en 1980 y los pone a merced de tribunales civiles.<br />
En materia jurídica, el triunfo del plebiscito eleva el número de conjueces en el tribunal constitucional (corte suprema) y lleva a diez años sus mandatos. La oposición, el CHP fundado por Ataturk, objeta que el parlamento designe apenas tres magistrados y el resto queda al arbitrio del ejecutivo. Lo mismo censura Bruselas.<br />
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Pero otro factor, el boicot electoral dictado por los partidos kurdos, preocupa al oficialismo. En el vasto territorio sudeste de etnia kurda (25% del total), hubo áreas como Hakkari, donde apenas 6% sufragó, o Diyarbekir, con 30%. La iniciativa les cupo al nacionalista partido pro Paz y Democracia (BDP) y al partido Laborista kurdo (PKK), al cual Washington, Bruselas y Ankara tachan de terrorista.<br />
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