En Qatar hubo un golpe militar frustrado en secreto

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Quizá para cubrir al jeque Hamid bin Jalifa al Taní, Saudiarabia hizo correr rumores sobre golpe de Irán. Donde sí parece haberlo habido es en Qatar, emirato del golfo bajo la influencia de Riyadh. Pero ahí no terminan los líos del “gran juego”.

<p>Este fin de semana, el jeque y sus mandantes saud&iacute;es &ndash;sostienen en Siria e Iraq- desactivaron en secreto una asonada castrense urdida tambi&eacute;n en secreto. El lunes, el asunto estallaba en al-Dyazirah, matriz qatar&iacute; de la red en &aacute;rabe e ingl&eacute;s. De inmediato, Estrados Unidos y la Uni&oacute;n Europea movilizaron sus aparatos de inteligencia.<br />
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Por su parte, los saud&iacute;es acusan a la cadena televisiva de ocultar versiones sobre el inminente golpe de los pasdar&aacute;n (o sea, el presidente Mahmud Ahmandinedyad) contra su ex mentor, el gu&iacute;a supremo Al&iacute; Jamene&iacute;. Cabe acotar que, en la secular lucha sunn&iacute;es-shi&iacute;es, Qatar y Bahr&eacute;in son ismail&iacute;es, o sea casi neutrales, y fueron tributarios de Persia hasta el siglo XVIII.<br />
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Siria tiene sus propias cartas. Una: ciertas iniciativas antishiitas la acercan a la Hermandad musulmana. Otra: se opone discretamente a que los mudyahedd&iacute;n-i-jalq (iran&iacute;es) sean desbandados en Iraq. Vale decir, BasharAssad juega para shiitas al este y para sunnitas en el oeste. Otro detalle sugestivo: desde hace tiempo, Washington tambi&eacute;n respalda esos disidentes, pero no a sus aliados, los talib&aacute;n afganos.<br />
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Al parecer, el domin&oacute; empez&oacute; a tumbarse hace algunas semanas, cuando Damasco se acerc&oacute; a la Hermandad musulmana (fundamentalistas sunnies de origen egipcio) para frenar la pr&eacute;dica &ldquo;misionera&rdquo; shi&iacute; en Siria. Esto pone a Assad contra Hezbollah, o sea los shiitas libaneses que frenaron a Israel a&ntilde;os atr&aacute;s.<br />
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En rigor, la polic&iacute;a siria ha comenzado a echar del pa&iacute;s a predicadores shi&iacute;es con ayuda de la Hermandad. No lo hace con mucha delicadeza. Sin embargo, Damasco trata de ocultar esa pol&iacute;tica, pues no desea romper lanzas con Hezbollah ni, mucho menos, con Ir&aacute;n. Por el contrario, los saud&iacute;es &ndash;wajjabitas, o sea sunn&iacute;es m&aacute;s estrictos- intentan separar la laica Siria del shiita Ir&aacute;n. El asunto de Qatar empioja la escena y complica esta serie de cajas chinas que occidente no atina a descifrar.</p>
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