La elevada presión tributaria y los costos laborales, sumados a un contexto macroeconómico desfavorable para la inversión y el desarrollo de las empresas, debilitan las condiciones para el funcionamiento del sector privado. Además, nueve de cada diez firmas emplea menos de 25 personas de manera formal.
Panorama empresarial
La actividad empresarial en Argentina se encuentra estancada desde hace una década, si se la mide desde la óptica de la cantidad de empresas existentes. Particularmente, los últimos años presentaron un acentuado proceso de reducción neta de firmas a nivel nacional con asalariados registrados (según el IIE de la Bolsa de Comercio de Córdoba) .
La cantidad de empleadores con trabajadores declarados tuvo su valor más bajo en los últimos 14 años en septiembre de 2021. Y si bien posteriormente hay un cambio de tendencia, los valores actuales están por debajo de la cantidad de organizaciones registradas en el 2019.
La dinámica de apertura y cierres de empresas a lo largo de los últimos años permite también profundizar el análisis.
Durante los últimos años fueron más las compañías que cerraron (no declararon empleo en el trimestre relevado) que las que iniciaron actividades. Aunque la situación tiende a revertirse a partir del último trimestre de 2021, las aperturas están por debajo de los años anteriores a 2020.
Impacto en el empleo
La menor cantidad de empresas en el mercado, más la baja expectativa de supervivencia y los altos costos de mantener un empleado, tienden a generar un efecto negativo en la cantidad de asalariados contratados y, en consecuencia, en el nivel de empleo formal.
El Gráfico 3 representa el porcentaje de empresas según la cantidad de trabajadores declarados contratados: el 92% contrata hasta 25 empleados formales, mientras que solo el 8% cuenta con más de esa cantidad.
La dinámica se corresponde con políticas gubernamentales poco orientadas al incentivo y promoción de la actividad empresarial, donde las trabas burocráticas, la alta presión fiscal y las restricciones económicas impuestas generan un limitante al crecimiento y continuidad de las empresas en el tiempo.
Otra variable fundamental es la informalidad; que en el primer trimestre de este año alcanzó a un 36,9% de los ocupados, el nivel más alto de los últimos 14 años.
En este sentido, la revisión de las políticas aplicadas en los últimos años es fundamental para lograr un fortalecimiento, desarrollo y crecimiento de las empresas y el empleo.