En Estados Unidos, la persistente alza de combustibles afecta a cada vez más sectores
El auge de hidrocarburos y refinados empieza a achicar utilidades en una amplia gama de industrias y servicios. Algunas actividades ya elevan precios o ensayan todo tipo de tácticas para neutralizar el efecto de esos insumos.
11 junio, 2008
<p>Aerolíneas, fleteros o automovilistas no son los únicos afectados por el apriete de crudos que, sólo el viernes 6, saltaron US$ 11,50 el barril en Nueva York, a un récord de US$ 139. Empresas que emplean insumos derivados de hidrocarburos –gomas, artículos de tocador, envases plásticos, pantallas- ven inflarse costos. Eso las coloca ante dilemas tan incómodos como optar entre aumentar precios, pasar a procedimientos menos costosos, echar gente o todo al mismo tiempo.</p>
<p>Por ejemplo, Goodyear Tire & Rubber trata de adaptarse y ahora prefiere goma natural sobre la sintética, fabricada con derivados de petróleo. Para no perder rentabilidad, también ofrece una línea de hasta cien dólares la unidad a usuarios exigentes. Pero no basta, particularmente porque el auge de productos primarios alcanza al caucho y una larga lista de insumos industriales. Por ende, Goodyear ha subido las gomas 15% entre febrero y mayo. Muchas compañías están contra la pared. En general, sus utilidades tocaron un pico a fines de 2007 y, desde entonces, se contraen, según un informe de Moody’s Economic.com. Por supuesto, los hidrocarburos se agregan a las crisis hipotecarias y el enfriamiento económico en perjuicio de usuarios y consumidores.</p>
<p>En cuanto va del año, el sector privado norteamericano acelera el ritmo de despidos, por lo cual la desocupación urbana ha pasado de 5 a 5% en enero-mayo. Esto desmiente el optimismo de Goldman Sachs, a cuyo juicio “muchas firmas llegan a esa situación manteniendo extraordinarios márgenes y pueden absorber mayores costos”. Pero eso no ocurre ni en el propio negocio de GS, la intermediación financiera.</p>
<p>Como GS, otros gurúes de Wall Street suponen que la economía puede asimilar el aumento de crudos. Pero su capacidad al respecto está en serias dudas por vez primera en casi treinta años: ajustado por inflación, el barril de tejano ligero es, desde abril, más caro que en los años 80. “La sapiencia convencional sostenía, hasta hace un par de años, que el petróleo no pesaba en la economía real. Ahora –apunta Daniel Yergin, analista especializado- sabemos que no era así”.</p>
<p>Nadie produce más insumos de origen petrolero que Dow Chemical. De ahí provienen botellas plásticas y otras formas de envase, otrora de vidrio o lata. Eso incluye también pinturas, pantallas de TV y PC, celulares, bombitas de luz, asientos para vehículos, alfombras y un sinfín de productos.</p>
<p>Ahora, los incrementos de precios dispuestos por Dow y compañías similares surten efecto dominó. Sea elevando valores, sea recortando ganancias. Constreñidos por una economía débil y un público de menores ingresos reales, los minoristas no pueden pasar a los clientes parte de los mayores costos mayoristas.</p>
<p> </p>
<p> </p>