En busca de la cogobernabilidad

Los gobernadores peronistas preparan su propia estructura de poder.Ruckauf , Béliz y Cavallo transitan entre un acuerdo de gobernabilidad y el distanciamiento con respecto al Gobierno.

14 octubre, 2000

Carlos Ruckauf había adelantado el martes su posición, ya conocida, que llevaría a la reunión de gobernadores realizada en el Consejo Federal de Inversiones al día siguiente. Para él la necesaria y única salida a la crisis institucional y económica consiste en un acuerdo entre el presidente Fernando de la Rúa y los gobernadores.

Aclaró, sin embargo que no pretendía que se limitara a los mandatarios del justicialismo, sino que involucrara a los de todos los signos políticos.

Se mostró muy cuidadoso de no tomar partido en el enfrentamiento que culminó con el divorcio de la fórmula que llevara al triunfo electoral a la alianza, al esquivar cualquier tentación de subrayar su propósito de convocar a un entendimiento político con el primer mandatario que pudiera interpretarse como una crítica al ex vicepresidente Carlos Alvarez.

Quien, en cambio, asumió una posición de dureza respecto de De la Rúa fue Eduardo Duhalde, quien lo acusó de asumir una “actitud autista” frente a los problemas del país y alertó acerca de su percepción de que el Presidente se encamina “hacia un acuerdo con el menemismo”.

El sábado, el primer mandatario había recibido una carta de solidaridad firmada por siete gobernadores del justicialismo, encabezados por Ruckauf, José Manuel De la Sota y Carlos Reutemann.

Pero en la reunión del CFI la idea de impulsar un acuerdo del gobierno perdió su empuje inicial, al ritmo de las cambiantes imágenes que surgían desde los protagonistas de la crisis política. Once gobernadores y dos vicegobernadores del peronismo decidieron tomar distancia del PE y actuar como oposición.

La necesidad de construir un espacio político para ejercer la conducción efectiva del partido, en base a la cuota real de poder que les acuerda sus cargos, fue la principal consecuencia del debate, donde quedó en claro que no aceptan la jefatura que se propone asumir Carlos Saúl Menem. Y del que participaron, además, el presidente del bloque de diputados, Humberto Roggero, y el senador Gerardo Gutiérrez, quien representó al titular del bloque de senadores, José Luis Gioja.

Ruckauf expuso con claridad los objetivos del grupo, al decir que será la conducción real del partido y ejercerá la conducción estratégica del PJ. Y matizando su discurso de hasta hace poco con un tinte más distanciado de De la Rúa, sostuvo que el peronismo no es responsable de la gobernabilidad del país y que la responsabilidad de adoptar medidas para salir de la crisis es del Presidente.

Acción por la República, liderada por Domingo Cavallo, prepara mientras tanto su marco estratégico para enfrentar la coyuntura.

Se adelanta que el ex ministro de Economía presentará en los próximos 15 días su anunciado plan de crecimiento, para ofrecer una alternativa a la ciudadanía y a los mercados.

Parte del supuesto de la debilidad del Gobierno y de que un eventual entendimiento con el menemismo no serviría al Presidente para generar confianza y posibilitar una reacción positiva.

Cavallo dio un mensaje claro “nosotros vamos a resaltar nuestra propuestas sin pegarnos con ninguna, pero tenemos que decir que vamos a ayudar a la gobernabilidad”.

En cuanto a un posible acuerdo con Alvarez, el líder de Acción por la República sostuvo que “él arrastra sectores de izquierda y de la social-democracia y éste es un límite infranqueable para nuestro electorado”.

Por su parte, Béliz también comenzó a apartarse de la posición que había tomado a comienzos de esta semana. La bancada de Encuentro por la Ciudad, que integran belicistas, cavallistas y peronistas, manifestó que el gobierno de Aníbal Ibarra tiene ” la misma parálisis que se verifica en el gobierno nacional”.

Carlos Ruckauf había adelantado el martes su posición, ya conocida, que llevaría a la reunión de gobernadores realizada en el Consejo Federal de Inversiones al día siguiente. Para él la necesaria y única salida a la crisis institucional y económica consiste en un acuerdo entre el presidente Fernando de la Rúa y los gobernadores.

Aclaró, sin embargo que no pretendía que se limitara a los mandatarios del justicialismo, sino que involucrara a los de todos los signos políticos.

Se mostró muy cuidadoso de no tomar partido en el enfrentamiento que culminó con el divorcio de la fórmula que llevara al triunfo electoral a la alianza, al esquivar cualquier tentación de subrayar su propósito de convocar a un entendimiento político con el primer mandatario que pudiera interpretarse como una crítica al ex vicepresidente Carlos Alvarez.

Quien, en cambio, asumió una posición de dureza respecto de De la Rúa fue Eduardo Duhalde, quien lo acusó de asumir una “actitud autista” frente a los problemas del país y alertó acerca de su percepción de que el Presidente se encamina “hacia un acuerdo con el menemismo”.

El sábado, el primer mandatario había recibido una carta de solidaridad firmada por siete gobernadores del justicialismo, encabezados por Ruckauf, José Manuel De la Sota y Carlos Reutemann.

Pero en la reunión del CFI la idea de impulsar un acuerdo del gobierno perdió su empuje inicial, al ritmo de las cambiantes imágenes que surgían desde los protagonistas de la crisis política. Once gobernadores y dos vicegobernadores del peronismo decidieron tomar distancia del PE y actuar como oposición.

La necesidad de construir un espacio político para ejercer la conducción efectiva del partido, en base a la cuota real de poder que les acuerda sus cargos, fue la principal consecuencia del debate, donde quedó en claro que no aceptan la jefatura que se propone asumir Carlos Saúl Menem. Y del que participaron, además, el presidente del bloque de diputados, Humberto Roggero, y el senador Gerardo Gutiérrez, quien representó al titular del bloque de senadores, José Luis Gioja.

Ruckauf expuso con claridad los objetivos del grupo, al decir que será la conducción real del partido y ejercerá la conducción estratégica del PJ. Y matizando su discurso de hasta hace poco con un tinte más distanciado de De la Rúa, sostuvo que el peronismo no es responsable de la gobernabilidad del país y que la responsabilidad de adoptar medidas para salir de la crisis es del Presidente.

Acción por la República, liderada por Domingo Cavallo, prepara mientras tanto su marco estratégico para enfrentar la coyuntura.

Se adelanta que el ex ministro de Economía presentará en los próximos 15 días su anunciado plan de crecimiento, para ofrecer una alternativa a la ciudadanía y a los mercados.

Parte del supuesto de la debilidad del Gobierno y de que un eventual entendimiento con el menemismo no serviría al Presidente para generar confianza y posibilitar una reacción positiva.

Cavallo dio un mensaje claro “nosotros vamos a resaltar nuestra propuestas sin pegarnos con ninguna, pero tenemos que decir que vamos a ayudar a la gobernabilidad”.

En cuanto a un posible acuerdo con Alvarez, el líder de Acción por la República sostuvo que “él arrastra sectores de izquierda y de la social-democracia y éste es un límite infranqueable para nuestro electorado”.

Por su parte, Béliz también comenzó a apartarse de la posición que había tomado a comienzos de esta semana. La bancada de Encuentro por la Ciudad, que integran belicistas, cavallistas y peronistas, manifestó que el gobierno de Aníbal Ibarra tiene ” la misma parálisis que se verifica en el gobierno nacional”.

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