Empeora la crisis del Senado

El juez pide desafuero de ocho senadores. Cafiero dice que Ortega diga todo lo que sabe. Alvarez no presidirá más las sesiones de la Cámara alta. El gobierno sacará las leyes pendientes por decreto.

1 septiembre, 2000

Por medio de una carta personal y en un reportaje realizado por el diario , el senador justicialista Antonio Cafiero pidió a su compañero de bancada –Ramón Ortega– que declarara ,ante el juez federal Carlos Liporaci, todo lo que sabe sobre los supuestos sobornos en la Cámara alta para aprobar la ley de reforma laboral.

El juez Liporaci pidió el desafuero de ocho senadores involucrados en la causa; siete son el PJ y una de la UCR. Los justicialistas son: Cantarero, Pardo, Ortega, Bauzá, Branda, Tell y Constanzo. El legislador radical sería Meneghini. Todos estarían sospechados de haber recibido dinero a cambio de su voto para aprobar la reforma laboral. El pedido de desafuero es el paso previo para poder indagarlos y, eventualmente, procesarlos. Liporaci firmó el pedido esta madrugada luego de una intensa jornada en la que declararon ,ante él, los senadores Jorge Agundez (UCR), Jorge Yoma (PJ) –quien le entregó al juez información sobre los movimientos de fondos de la SIDE–, Horacio Usandizaga (UCR), Pedro del Piero(Frepaso) y Silvia Sapag (MPN); estos tres últimos son quienes habrían tenido una conversación con Cafiero en la que el legislador habría comentado el tema de los sobornos. También declararon ante la Justicia los periodistas del diario La Nación, Joaquín Morales Solá y Fernanda Villosio –quien habría logrado la “confesión” del senador Cantarero–.

Para agregarle color a una jornada de alta tensión política, el vicepresidente de la Nación y titular de la Cámara alta–Carlos Alvarez– anunció no volverá a presidir las sesiones en el Senado hasta que no se renueven las autoridades. Algunos politólogos interpretan esta decisión de Alvarez como una abierta confrontación contra el presidente provisional del Senado, el radical mendocino –José Genoud– y los titulares de los bloques mayoritarios: Augusto Alasino (PJ, Entre Ríos) y Raúl Galván (UCR, La Rioja).

En el justicialismo también se han develado líneas internas; el senador Eduardo Bauzá (PJ-Mendoza) aseguró ayer que Cafiero le “había clavado un puñal en la espalda” por haberlo mencionado en su declaración testimonial antes el juez. Anoche, Bauzá fue al despacho de Cafiero y le transmitió su indignación porque el senador bonaerense obvió avisarle que lo mencionaría ante Liporaci. En las declaraciones efectuadas al diario Clarín Cafiero se dijo amigo del senador Bauzá pero “más amigo de la verdad”.

El único senador frepasista de la bancada de la Alianza, Pedro del Piero (Capital), rechazó el ofrecimiento de sus pares de la UCR para integrar la comisión investigadora de los supuestos sobornos. El argumento del legislador se relaciona con la negativa de los integrantes de los dos bloques mayoritarios a aceptar que se produjeron hechos ilícitos para aprobar la flexibilización. Del Piero ha acusado ,ayer, a Cafiero en varios medios de prensa de obviar los nombres de otros dos senadores.

El dirigente camionero Hugo Moyano–titular de la CGT disidente– que se opuso al proyecto laboral del Gobierno, insiste en suspender la aplicación de la ley.

El gobierno anunció que, de no destrabarse el funcionamiento de la Cámara alta, sacará las leyes po decreto. Ante esta posibilidad, acrecentada por la ausencia de De la Rúa, los justicialistas apoyarían los proyectos de emergencia económica y el de la Ley Antievasión.

Por medio de una carta personal y en un reportaje realizado por el diario , el senador justicialista Antonio Cafiero pidió a su compañero de bancada –Ramón Ortega– que declarara ,ante el juez federal Carlos Liporaci, todo lo que sabe sobre los supuestos sobornos en la Cámara alta para aprobar la ley de reforma laboral.

El juez Liporaci pidió el desafuero de ocho senadores involucrados en la causa; siete son el PJ y una de la UCR. Los justicialistas son: Cantarero, Pardo, Ortega, Bauzá, Branda, Tell y Constanzo. El legislador radical sería Meneghini. Todos estarían sospechados de haber recibido dinero a cambio de su voto para aprobar la reforma laboral. El pedido de desafuero es el paso previo para poder indagarlos y, eventualmente, procesarlos. Liporaci firmó el pedido esta madrugada luego de una intensa jornada en la que declararon ,ante él, los senadores Jorge Agundez (UCR), Jorge Yoma (PJ) –quien le entregó al juez información sobre los movimientos de fondos de la SIDE–, Horacio Usandizaga (UCR), Pedro del Piero(Frepaso) y Silvia Sapag (MPN); estos tres últimos son quienes habrían tenido una conversación con Cafiero en la que el legislador habría comentado el tema de los sobornos. También declararon ante la Justicia los periodistas del diario La Nación, Joaquín Morales Solá y Fernanda Villosio –quien habría logrado la “confesión” del senador Cantarero–.

Para agregarle color a una jornada de alta tensión política, el vicepresidente de la Nación y titular de la Cámara alta–Carlos Alvarez– anunció no volverá a presidir las sesiones en el Senado hasta que no se renueven las autoridades. Algunos politólogos interpretan esta decisión de Alvarez como una abierta confrontación contra el presidente provisional del Senado, el radical mendocino –José Genoud– y los titulares de los bloques mayoritarios: Augusto Alasino (PJ, Entre Ríos) y Raúl Galván (UCR, La Rioja).

En el justicialismo también se han develado líneas internas; el senador Eduardo Bauzá (PJ-Mendoza) aseguró ayer que Cafiero le “había clavado un puñal en la espalda” por haberlo mencionado en su declaración testimonial antes el juez. Anoche, Bauzá fue al despacho de Cafiero y le transmitió su indignación porque el senador bonaerense obvió avisarle que lo mencionaría ante Liporaci. En las declaraciones efectuadas al diario Clarín Cafiero se dijo amigo del senador Bauzá pero “más amigo de la verdad”.

El único senador frepasista de la bancada de la Alianza, Pedro del Piero (Capital), rechazó el ofrecimiento de sus pares de la UCR para integrar la comisión investigadora de los supuestos sobornos. El argumento del legislador se relaciona con la negativa de los integrantes de los dos bloques mayoritarios a aceptar que se produjeron hechos ilícitos para aprobar la flexibilización. Del Piero ha acusado ,ayer, a Cafiero en varios medios de prensa de obviar los nombres de otros dos senadores.

El dirigente camionero Hugo Moyano–titular de la CGT disidente– que se opuso al proyecto laboral del Gobierno, insiste en suspender la aplicación de la ley.

El gobierno anunció que, de no destrabarse el funcionamiento de la Cámara alta, sacará las leyes po decreto. Ante esta posibilidad, acrecentada por la ausencia de De la Rúa, los justicialistas apoyarían los proyectos de emergencia económica y el de la Ley Antievasión.

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