<p>La destrucción de la aviación leal al coronel, sostienen observadores tunecinos y argelinos, puede haber sido clave para las supuestas movidas negociadoras. Si no directamente originadas en el dictador, atribuibles a su entorno inmediato.<br />
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Mientras tanto, los aliados distan de la unanimidad. En primer lugar, EE.UU. desea que la Organización del Tratado Noratlántico (OTAN) desempeñe un papel predominante. Pero Washington es contradictorio: quiere pasar a segundo plano pero no acepta que la Liga Árabe participe en primera línea.<br />
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Obviamente, Barack Obama teme que haya demasiados beligerantes potenciales con serios problemas internos. Por ejemplo, Saudiarabia (Bahrein), Yemen, Omán, Marruecos, Siria y Jordania.<br />
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De todas maneras, Rodham Clinton aguardará hasta el martes. Quizá supone que la sexta flota y el paraguas aéreo –o sea, la operación odisea al amanecer- liquidará las defensas de Ghadafi. Esto es, las costas oeste y central.</p>
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¿Emisarios del coronel rumbo a Estados Unidos?
Según fuentes del propio departamento de estado (¿la propia Hillary Rodham Clinton?), se han abierto canales diplomáticos con Trípoli. Pese a las diatribas de Muammar Ghadafi y de nuevas transgresiones a su propio cese del fuego.